La Real Academia Sueca de las Ciencias ha anunciado hoy que el Premio Nobel de Física de este año ha recaído en los estadounidenses Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. Thorne "por sus contribuciones decisivas al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales". Estas ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, predichas por Einstein en su teoría de la relatividad, abren una nueva vía para investigar el universo.
La colaboración entre el observatorio estadounidense LIGO y el europeo Virgo ha hecho posible la detección de una onda gravitacional, una distorsión del espacio-tiempo, por cuarta vez. La observación se produjo el pasado 14 de agosto y se relaciona con los momentos finales de la fusión de dos agujeros negros con masas alrededor de 31 y 25 veces la del Sol, a unos 1.800 millones de años luz de distancia.
Los físicos estadounidenses Rainer Weiss, Kip S. Thorne y Barry C. Barish que impulsaron la creación del observatorio LIGO, donde por primera vez se detectaron ondas gravitacionales, junto a la propia colaboración científica que logró el descubrimiento, han sido galardonados este año con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. El jurado encargado de su concesión lo ha anunciado hoy en Oviedo.
La Academia Noruega de Ciencias y Letras ha otorgado el Premio Abel 2017, considerado el ‘nobel’ de las matemáticas, al francés Yves Meyer “por su papel clave en el desarrollo de la teoría matemática de las ondículas”. El análisis de estas pequeñas oscilaciones se aplica para procesar señales en campos tan dispares como el cine digital, las imágenes biomédicas y la detección de ondas gravitacionales, como las que ha descubierto recientemente el experimento LIGO.
Aunque no siempre lo más leído en los medios es lo más importante, nuestros lectores han demostrado un año más su buen criterio. En 2016, la noticia más vista de Sinc promete cambiar los libros de Historia: la llegada del ser humano a Norteamérica no pudo suceder como se creía. Entre otras favoritas del público destacan la explicación para dummies de las ondas gravitacionales, la revelación de grandes mentiras de la industria alimentaria y la confirmación de que el origen del párkinson puede estar en las tripas.
Científicos y centros de investigación de España han contribuido a marcar grandes hitos en 2016. La primera detección de ondas gravitacionales de la historia, el hallazgo de un exoplaneta habitable la relación entre las grasas y las metástasis son algunos de los hallazgos con participación española. Esta es nuestra selección.
El primer puesto no deja lugar a dudas: el descubrimiento del año es la detección de ondas gravitacionales por el observatorio LIGO. En su ranking de 2016, la revista Science también incluye el hallazgo de Próxima b, un planeta del tamaño de la Tierra que orbita en la estrella más cercana al Sol, liderado por el astrónomo español Guillem Anglada-Escudé.
Las fusiones de dos agujeros negros, como las que produjeron las ondas gravitacionales descubiertas por el observatorio LIGO, se consideran procesos complejísimos que solo se pueden simular con los superordenadores más potentes del mundo. Sin embargo, dos físicos teóricos de la Universidad de Barcelona han demostrado que con ecuaciones sencillas se puede explicar lo que ocurre en la frontera espacio-temporal de los dos objetos en fusión, al menos cuando se une un agujero negro gigante con otro diminuto.
Fusión de dos agujeros negros, en la que uno es tan grande que solo se muestra una porción casi plana de él, mientras el otro, más pequeño, cae y es absorbido por él. / Crédito: Roberto Emparan & Marina Martínez