Aunque no siempre lo más leído en los medios es lo más importante, nuestros lectores han demostrado un año más su buen criterio. En 2016, la noticia más vista de Sinc promete cambiar los libros de Historia: la llegada del ser humano a Norteamérica no pudo suceder como se creía. Entre otras favoritas del público destacan la explicación para dummies de las ondas gravitacionales, la revelación de grandes mentiras de la industria alimentaria y la confirmación de que el origen del párkinson puede estar en las tripas.
Científicos y centros de investigación de España han contribuido a marcar grandes hitos en 2016. La primera detección de ondas gravitacionales de la historia, el hallazgo de un exoplaneta habitable la relación entre las grasas y las metástasis son algunos de los hallazgos con participación española. Esta es nuestra selección.
El primer puesto no deja lugar a dudas: el descubrimiento del año es la detección de ondas gravitacionales por el observatorio LIGO. En su ranking de 2016, la revista Science también incluye el hallazgo de Próxima b, un planeta del tamaño de la Tierra que orbita en la estrella más cercana al Sol, liderado por el astrónomo español Guillem Anglada-Escudé.
Fusión de dos agujeros negros, en la que uno es tan grande que solo se muestra una porción casi plana de él, mientras el otro, más pequeño, cae y es absorbido por él. / Crédito: Roberto Emparan & Marina Martínez
Las fusiones de dos agujeros negros, como las que produjeron las ondas gravitacionales descubiertas por el observatorio LIGO, se consideran procesos complejísimos que solo se pueden simular con los superordenadores más potentes del mundo. Sin embargo, dos físicos teóricos de la Universidad de Barcelona han demostrado que con ecuaciones sencillas se puede explicar lo que ocurre en la frontera espacio-temporal de los dos objetos en fusión, al menos cuando se une un agujero negro gigante con otro diminuto.
Receta para una fusión de agujeros negros con onda gravitacional
Pocos meses después del gran anuncio de la primera detección de ondas gravitacionales, el observatorio LIGO confirma que ha vuelto a registrar estas ondulaciones del espacio-tiempo. La segunda señal se llama GW151226 y, como la primera, es fruto de la fusión de dos agujeros negros. Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares participan en el descubrimiento.
El mayor espectáculo del universo, un hito histórico, una nueva ventana para conocer el cosmos, la demostración de que el espacio-tiempo está vivo… Así se expresan científicos de todo el mundo cuando describen la detección de ondas gravitacionales anunciada esta semana por la colaboración LIGO. Sinc ha hablado con media docena de físicos de primera línea de España y EE UU para que valoren su relevancia; entre ellos, Alan Guth y Andréi Linde, los padres de la inflación cósmica.
El físico y divulgador Paul Davies (Reino Unido, 1946) es uno de los muchos científicos que no pueden disimular su emoción después del anuncio que ha puesto en pie a astrofísicos y cosmólogos: la detección de ondas gravitatorias desde la Tierra. Según este profesor de la Universidad de Arizona, famoso por sus provocadoras opiniones sobre ciencia y religión, las ondulaciones recién captadas nos proporcionan un “tercer ojo” para observar el cosmos.