Un sistema basado en visión artificial, otro en sistemas de información geográfica y modelos de predicción, y un último método que envía a tierra en tiempo real datos de la actividad pesquera, buscan optimizar la gestión de los descartes en la pesca, un grave problema con efectos socioeconómicos y medioambientales. La UE pretende suprimir estas prácticas a partir de 2014.