La revista científica The Lancet Respiratory Medicine ha publicado esta semana un estudio que determina, por primera vez, que la exposición a los edredones o almohadones de plumas es una de las principales causas de fibrosis pulmonar idiopática, una grave enfermedad reconocida desde 1940 pero de causa desconocida hasta ahora.
Un escáner por rayos X ha revelado que el plumaje de Archaeopteryx no era del todo negro como se creía hasta ahora. El análisis de una pluma de este fósil ha concluido que el patrón de colores del plumaje de este animal combinaba partes negras con otras más claras.
Un equipo internacional liderado por la Universidad de Granada ha determinado que las hembras de gorrión invierten energía en la puesta de huevos según la capacidad del macho para llenar el nido de plumas, que sirven para aislar a los pollos del frío y mantenerlos con vida.
Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que los neandertales empleaban las alas de aves rapaces y córvidos para fines no alimenticios. Los investigadores creen que esta especie pudo haber usado las grandes plumas de estos animales como ornamentación, teoría que destierra la idea de que no poseían pensamiento simbólico y los acerca aún más al Homo sapiens.
Han hallado protoplumas de dinosaurio y plumas más recientes de pájaros conservadas en ámbar del Cretácico Superior. Imagen: Science/AAAS (c)
Cuatro momentos de la evolución han quedado atrapados en un depósito de ámbar con protoplumas de dinosaurio y plumas de las primeras aves. Los restos indican tanto el posible color, como estructura y función del plumaje de estas especies.
Hasta ahora se pensaba que los movimientos de subducción y las dorsales oceánicas estaban relacionados con el avance de las placas tectónicas. Ahora, una investigación estadounidense, publicada en Nature, revela que otro fenómeno interviene en esta dinámica: las denominadas como ‘plumas del manto’.
Arriba, dos águilas calzadas, en fases clara a la izquierda y ocura a la derecha. Abajo dos halcones también en fases claras a la izquierda y oscuras a la derecha.
Descubierto hace siete años en el yacimiento de las Hoyas (Cuenca), Concavenator corcovatus es un nuevo dinosaurio carnívoro que Francisco Ortega, Fernando Escaso y José Luis Sanz describen hoy en la revista Nature. Un esqueleto “exquisitamente preservado del Cretácico Inferior que representa un nuevo género y especie de carcarodontosáurido”. SINC habla con el primer autor e investigador de la UNED sobre el hallazgo de este terópodo de seis metros, uno de los más completos de Europa.
Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) a su paso por Gran Canaria.