Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que la isquemia miocárdica (la disminución del riego sanguíneo, y por tanto del oxígeno, que llega al corazón) desencadena una respuesta inflamatoria aguda tanto a nivel cardiaco como sistémico. Dado que la inflamación es un indicador de futuros problemas cardiovasculares, los resultados del estudio, publicado en Journal of Thrombosis and Haemostasis, refuerzan la necesidad de diseñar estrategias farmacológicas destinadas a reducir la respuesta inflamatoria tras un infarto.