Los niños de entre 12 y 19 meses de edad, que aún no se comunican mediante expresión hablada, son capaces de realizar deducciones racionales mostrando sorpresa cuando ocurre algo inesperado, según un estudio en el que ha participado la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Los resultados indican que el razonamiento no tiene necesariamente una base lingüística.
Un equipo de investigadores de instituciones y empresas españolas ha desarrollado una aplicación de teléfonos móviles que da al consumidor acceso a la información nutricional de los alimentos que adquiere. El sistema proporciona una valoración sobre hidratos de carbono, proteínas, grasas y azúcares de los productos y ofrece alternativas para una dieta equilibrada.
Las estrategias de razonamiento sencillas pueden ser tan precisas como las complejas