A esta química canaria suelen presentarla como "la regeneradora de huesos" porque es una apasionada especialista en materiales cerámicos con aplicaciones potenciales en biomedicina. Estudió en la Universidad Complutense de Madrid y allí sigue desempeñándose como profesora emérita. En esta entrevista explica cómo pasó de los superconductores y de trabajar con físicos a colaborar con médicos.
Un equipo de investigadores italianos de la iniciativa europea Graphene Flagship ha descubierto que las nanoherramientas de grafeno pueden activar la formación de hueso en un experimento con ratones. Esperan que el descubrimiento tenga aplicación clínica algún día.
Investigadores españoles han desarrollado una estrategia basada en biomateriales y proteínas terapéuticas para conseguir regenerar los huesos. Los resultados, publicados en Drug Delivery, han sido probados en modelos experimentales con el fin de potenciar la respuesta reparadora de la proteína morfogenética ósea 2 y aumentar la tasa de mineralización ósea.
Cuando el propio organismo no es capaz de regenerar los defectos óseos que sufre, suele ser de gran ayuda colocar estructuras compatibles y biodegradables que sirvan como andamios temporales en el tejido dañado. El grupo NanoBioCel de la Universidad del País Vasco ha liderado el desarrollo de uno de estos sistemas, que además de soporte físico, ofrece la oportunidad de liberar factores de crecimiento imitando la forma en la que lo hace el cuerpo.
Investigadores de la Universidad de Málaga y el Instituto de Cerámica y Vidrio de Madrid han diseñado y patentado biomateriales que sirven de soporte a las células óseas para la reparación de tejidos. Se trata de una mezcla de dos tipos de vidrio que consigue estructuras porosas tridimensionales enriquecidas con nitrógeno. Este compuesto evita el rechazo celular y acelera el proceso de recuperación del hueso.
Una tesis de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea estudia la eficacia del plasma rico en factores de crecimiento en la estimulación de la regeneración ósea y la biointegración de los implantes.
Investigadores de la UPM y del CSIC, junto con Mahou y la empresa fabricante de estructuras dentales Createch, han desarrollado materiales biocompatibles a partir del bagazo, un resto orgánico del procesado de la malta. El nuevo material es una alternativa a algunas prótesis óseas actuales.
Científicos de la Universidad de Granada, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Aveiro (Portugal) han estudiado por primera vez el mecanismo de crecimiento del nácar de los gasterópodos, paso previo para la reproducción artificial de este material en laboratorios que podría permitir su uso en biomedicina. Pese a que los moluscos llevan millones de años fabricando nácar, el hombre no ha sido aún capaz de reproducirla artificialmente. Entre sus posibles aplicaciones destacaría su uso para la regeneración de huesos humanos.