Un grupo internacional de científicos revela que la redistribución humana del agua existente bajo la superficie terrestre está provocando que la Tierra se incline más de lo normal. Concretamente, los investigadores sostienen que nuestro planeta se ha desplazado casi 80 centímetros hacia el este en el periodo comprendido entre 1993 y 2010.
Para un ser humano rotar los ojos podría parecer una habilidad de ciencia ficción, propia de superhéroes. Pero para las gambas mantis, protagonistas de #Cienciaalobestia, estos movimientos oculares son una realidad: les permiten mejorar la visión polarizada y apreciar mejor los contrastes de los objetos, sobre todo en el entorno marino. Es la primera vez que los científicos documentan en un animal la visión polarizada dinámica a través de la rotación de sus ojos.
De acuerdo al Tiempo Universal Coordinado (UTC), el estándar por el que se rigen los relojes y el tiempo en el mundo, un día tiene 86.400 segundos. Sin embargo, este martes 30 de junio (aunque en la península ibérica ya serán las 2 de la madrugada del 1 de julio), durará un segundo más de lo habitual. Una ligera desaceleración en la rotación de la Tierra está detrás de este segundo extra.
El planeta gigante en tránsito ('Júpiter caliente') orbita muy cerca de la estrella y en una dirección opuesta a la rotación de ésta. Su movimiento es fruto de las perturbaciones gravitacionales de otro planeta más lejano (situado en el extremo superior izquierdo de la imagen).
Las primeras estrellas tenían una masa ocho veces superior a la del astro Sol. Imagen: NASA
Recreación de un agujero negro. Imagen: NASA/Dana Berry, SkyWorks Digital.
El profesor del departamento de Matemática Aplicada y coordinador del grupo de Mecánica Celeste de la Universidad de Valladolid, Juan Jesús Antonio Getino, ha participado en la elaboración de un artículo científico publicado en la revista Advances in space research que pretende "sentar las bases" de un futuro proyecto financiado por la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) que tiene como objetivo formular una nueva teoría sobre el movimiento de rotación de la Luna. En la elaboración de esta propuesta han participado científicos rusos, alemanes y chinos además del profesor de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante, Alberto Escapa.