La ingeniería está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana. Desde la producción de alimentos hasta el funcionamiento de los electrodomésticos, pasando por la generación y distribución de la energía o los automóviles, los sistemas de ingeniería impregnan todos los ámbitos de la sociedad. En esta tendencia hacia la automatización, la detección y el diagnóstico de fallos cobra una importancia vital, teniendo en cuenta además las exigentes normativas de seguridad tanto nacionales como internacionales.