Un equipo de investigadores japoneses ha utilizado tejido de testículo criopreservado de roedores recién nacidos para obtener descendencia por primera vez. Los autores creen que esta técnica será útil para que los niños supervivientes de cáncer, sometidos a terapias antitumorales que provocan infertilidad, puedan ser padres en el futuro.
Un estudio confirma el potencial terapéutico en cáncer de los inhibidores de la proteína Aurora-A, involucrada en procesos de división celular. La ausencia en ratones de esta proteína provoca una reducción en la progresión de tumores de piel y mama.
La FGF21, una hormona que reduce los niveles de glucosa, también tiene un efecto cardioprotector en ratones de laboratorio. Así concluye una nueva investigación, publicada en la edición digital de Nature Communications, que ha sido liderada por Francesc Villarroya, director del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona.
Un equipo hispano-cubano de investigadores, entre los que figuran físicos de la UNED, ha desarrollado un modelo matemático para describir lo que ocurre en los pacientes con cáncer sometidos a radioterapica fraccionada, que les aporta dosis por días u horas. Los resultados ayudarán a pronosticar mejor sus efectos en el tumor y en los tejidos circundantes.
Un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad de Barcelona (UB), confirma que la proteína morfogenética ósea 8B (BMP8B) desempeña un papel clave en la regulación de la termogénesis en el tejido adiposo marrón. Así lo demuestra un trabajo científico publicado en la revista Cell.
En la imagen, tejido adiposo blanco. Foto: Wikipedia.
Un estudio sueco con participación española muestra que los pericitos, células del sistema circulatorio, intervienen en la formación de cicatrices tras una lesión en la médula espinal. Hasta ahora este rol solo se adjudicaba a los astrocitos, células que actúan como soporte a las neuronas. La investigación, publicada en la revista Science, es esencial para poder manipular este proceso y facilitar la regeneración.
La bióloga Aline Jelenkovic ha analizado hasta qué punto influyen la genética y el ambiente en la morfología corporal. Para ello, ha estudiado a familias nucleares del Gran Bilbao, con hijos de entre 2 y 19 años de edad. En su tesis corrobora que el factor ambiental influye considerablemente en la cantidad de tejido adiposo (tejido compuesto por células acumuladoras de grasa), y que éste se relaciona, a su vez, con la presión arterial. Su control parece, pues, clave para luchar contra la obesidad.
La grasa es una fuente de células madre mesenquimales, que poseen una gran capacidad de regenerar el tejido vascular del corazón. Así lo indica una investigación española, dirigida por Francisco Fernández-Avilés, investigador del Hospital Gregorio Marañón, que va a ser presentada durante el ‘VII Simposio sobre Terapia de Células Madre e Innovación Cardiovascular’, que se celebrará en Madrid los días 6 y 7 de mayo.
El FGF21, una hormona que reduce los niveles de glucosa, es también un activador del metabolismo del tejido adiposo marrón, según la investigación que es portada del último número de la revista Cell Metabolism, y que dirige Francesc Villarroya del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona (UB) y del CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición.