La entrada en vigor de la Ley 42/2010, que amplía la prohibición de fumar en espacios públicos, se ha acompañado de una progresiva reducción del porcentaje de fumadores (del 40,3% al 35,3% sobre el total) y de la magnitud del consumo entre la población laboral. Esta disminución afecta a hombres y mujeres de todas las edades y ocupaciones.
El primer estudio sobre la prevalencia del riesgo cardiovascular global en la población laboral española (ICARIA) revela que un 6% de trabajadores presentan un riesgo alto (8% en varones y 2% en mujeres). Dicha prevalencia aumenta con la edad en ambos sexos y es superior en el sector de la agricultura, seguido de la construcción, industria y servicios.
La prevalencia de riesgo alto es superior en el sector de la agricultura, seguido de la construcción.
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que analiza el impacto de las reformas laborales de los últimos 30 años y las condiciones de vida de las nuevas generaciones, asegura que estas reformas son el origen y la causa del modelo de desarrollo actual, basado en la explotación de los más jóvenes.
El modelo español de desarrollo económico de las tres últimas décadas se sustenta sobre una ‘sobreexplotación de las nuevas generaciones de trabajadores’. Foto: SINC.
Un estudio realizado por investigadores españoles confirma que la presencia de contaminantes químicos puede interactuar con el ruido y modificar, para bien o para mal, la manifestación de la “sordera” profesional, cada vez más frecuente en las personas jóvenes. La perdida auditiva por ruido es la enfermedad profesional que con mayor frecuencia se presenta en Europa.
Un estudio realizado por la Universitat Illes Balears (UIB) señala que el 74,1% de los trabajadores baleares y valencianos que fuma ha dejado de hacerlo en el lugar de trabajo después de la entrada en vigor de la Ley de Tabaco. Aunque las conclusiones muestran que la entrada en vigor de la Ley del Tabaco ha sido muy efectiva, en España se producen 50.000 muertes anuales relacionadas con el tabaco.
Un nuevo estudio muestra que casi el triple de los hombres trabajadores padece síndrome metabólico en comparación con las mujeres (11,6% frente a 4,1%). Las conclusiones de la mayor investigación realizada hasta la fecha en España revelan que en las mujeres la frecuencia de sufrir síndrome metabólico es mayor entre las que trabajan de forma manual que entre las que tienen un trabajo de oficina.