Investigadores del Programa de Apoyo a las Capacidades Biomédicas de la Universidade de Vigo, Biocaps, colaboran con científicos de siete países para diseñar la vacuna del futuro contra la tuberculosis. La única vacuna existente en la actualidad emplea un tipo de Mycobacterium bovis que no es completamente efectivo contra la tuberculosis pulmonar.
Un estudio sobre el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis en ocho países de alta prevalencia revela que existen 9 millones de personas afectadas y 1,5 millones de muertos. El informe elaborado por Médicos Sin Fronteras sostiene que las carencias en su abordaje son uno de los factores claves en esta crisis de salud pública.
El último informe de la Organización Mundial de la Salud revela que hay casi 500.000 personas con tuberculosis más de las que se estimaban. Según la organización, tres millones de personas mueren anualmente por falta de tratamiento, por lo que consideran crucial que se aumente la financiación para investigar sobre esta enfermedad. Harían falta 6,3 millones de euros.
Investigadores del proyecto europeo Pocket, en el que participa el Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2), han creado un prototipo para diagnosticar la tuberculosis en la orina mediante biosensores y anticuerpos sobre una plataforma. Esta semana se reunen en Barcelona sus creadores para planificar las mejoras y los ensayos en África e India con este dispositivo.
Investigadores de la Universidad de Zaragoza y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) del Instituto de Salud Carlos III han descubierto la mutación por la que las diferentes bacterias de la tuberculosis se han especializado en la infección de personas o de ganado. Además este hallazgo explicaría por qué la bacteria de la tuberculosis bovina no se transmite entre humanos.
Eliminar la tuberculosis es el objetivo que se marca la Organización Mundial de la Salud para 2050, pasando por una primera fase para 2035 en la que los nuevos casos de tuberculosis deben reducirse a menos de 10 por millón de habitantes y año. El ambicioso plan se centra en 33 países en los que la enfermedad tiene una baja incidencia en la actualidad.
El gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline puso en marcha hace cuatro años en sus instalaciones de Tres Cantos (Madrid) Open Lab, una iniciativa que promueve la colaboración entre investigadores de todo el mundo para avanzar en nuevos tratamientos de enfermedades de países en vías de desarrollo como la malaria. Gracias a este impulso, ya se han desarrollado dos compuestos prometedores contra esta patología que serán ensayados con humanos en fase 1 a finales de año.
La revista científica Nature Medicine publica el logro de investigadores aragoneses que han colaborado en el desarrollo de fármacos basados en la espectinomicina que matan a la bacteria de la tuberculosis, una de las enfermedades infecciosas que afecta a más personas en el mundo.
La incidencia de la tuberculosis, a pesar de no ser alarmante, no disminuye a medida que los inmigrantes llevan más años de residencia en un país, según un estudio publicado en el Journal of Travel Medicine que analiza la prevalencia y los factores de predicción de riesgo de enfermedades sobre la población inmigrante en la ciudad de Barcelona.
Hoy se han dado a conocer en Madrid los primeros resultados de toxicidad del ensayo clínico fase I de la vacuna preventiva contra la tuberculosis desarrollada por la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Instituto Pasteur (Francia). A la espera de que se confirmen los datos dentro de unos meses, los primeros voluntarios vacunados no han presentado signos de la enfermedad. La vacuna podría empezar a aplicarse globalmente dentro de más de cinco años.