Este año, el premio Nobel de Fisiología y Medicina se lo ha llevado la ciencia que muchos consideran ‘el patito feo’ de la investigación biomédica: la inmunología. El trabajo de los laureados, que permitió comprender las estrategias de nuestras defensas, ha puesto el foco de atención sobre las vacunas, las armas con las que reforzamos el ejército inmune para que nos proteja de las enfermedades infecciosas. El desarrollo de una vacuna efectiva y segura es un largo proceso, tanto que algunas de las más buscadas llevan décadas resistiéndose. Estas son algunas de las cuentas pendientes de los inmunólogos.
Una investigación de la Universidad de Zaragoza ha logrado ampliar y hasta triplicar el mapa de regulaciones y funcionamiento entre los genes de las tuberculosis, respecto al registrado en el 2008, lo que ayudará a luchar contra una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del planeta. De hecho, se estima que esta infección produce anualmente más de 500.000 muertes en la población infantil y más de dos millones de muertes en la población adulta. La investigación “The Transcriptional Regulatory Network of Mycobacterium tuberculosis”, publicada en la revista científica internacional Plos One, ha permitido obtener la red de transcripción del bacilo de la tuberculosis más completa descrita hasta la actualidad.
La nueva vacuna de la tuberculosis, diseñada por la Universidad de Zaragoza, será sometida en breve a los estudios de toxicidad en modelos animales necesarios para pasar a la fase I de ensayos en humanos en 2012. La empresa gallega que la produce, Biofabri, ya tiene disponible un lote de la vacuna, que es la más firme candidata a sustituir a la actual. De hecho, se espera que su utilización supondrá uno de los mayores avances médicos para la salud mundial.
El método desarrollado por el CIBER de Enfermedades Respiratorias, en colaboración con el Hospital Gregorio Marañón, permite identificar de forma rápida las cepas de Mycobacterium tuberculosis de la familia Beijing. El trabajo se ha realizado mediante la técnica de High Resolution Melting (HRM) y ya ha servido para identificar una prevalencia de esta bacteria en Perú inesperadamente alta.
La OMS confía en eliminar la tuberculosis como un problema de salud pública en 2050.
Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” CBMSO (CSIC-UAM) llevan más de 10 años investigando sobre las proteínas implicadas en un importante mecanismo celular: el que repara las roturas de la doble hélice de ADN. En una investigación reciente, revelan nueva información sobre la manera como opera este mecanismo en la bacteria causante de la tuberculosis.
Investigadores del CIBER de Enfermedades Respiratorias publican un estudio en BMC Microbiology sobre la caracterización de cepas de Mycobacterium tuberculosis de la familia Beijing –tradicionalmente consideradas de alto riesgo- en el área mediterránea. El trabajo pone de manifiesto que estas cepas, aisladas en España e Italia, muestran diversos grados de virulencia.