La luz de galaxias distantes se distorsiona por el efecto gravitatorio de una galaxia más cercana, que actúa como una lente y hace que la fuente alejada aparezca distorsionada, pero más brillante. / ESO
Las primeras estrellas que se formaron tras el Big Bang y la Edad Oscura eran muy masivas y tuvieron un gran protagonismo durante la reionización –la segunda mayor fase de cambio de hidrógeno en el universo–. Nuevas observaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias nos acercan a esas estrellas del universo primitivo que se hallan en la galaxia C 1613, la más cercana a la Tierra.
Diagrama del sondeo CALIFA. Imagen: Colaboración CALIFA.
La naturaleza de la energía oscura y la producción de campos magnéticos cosmológicos podrían tener un origen común. Así lo plantean dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid en un estudio publicado en Modern Physics Letters A y que ha sido portada de la revista de divulgación New Scientist.
Hasta ahora, su existencia era pura teoría, pero un equipo internacional de investigadores ha conseguido identificar directamente el primer filamento de materia oscura entre dos agrupaciones de galaxias. El hallazgo contribuye a trazar la evolución del universo a través de estas ‘carreteras galácticas’.
Luis Sarro, en su despacho de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la UNED.
Solo faltan unos meses para que la Agencia Espacial Europea ponga en órbita el GPS más preciso de nuestra galaxia: la misión Gaia. La nave censará millones de estrellas, localizará asteroides, quásares y objetos celestes desconocidos hasta el momento. Luis Manuel Sarro (Madrid, 1970), físico solar e investigador del Departamento de Inteligencia Artificial de la UNED, participa en la misión.
Un equipo liderado por investigadores del Instituto de Física Corpuscular (IFIC, CSIC-Universidad de Valencia) y de la Universidad de Barcelona ha obtenido el límite más preciso hasta la fecha de la masa de los neutrinos gracias a la observación de las galaxias. Los resultados revelan que la suma de las masas de los tres tipos de neutrinos que existen no representa más del 6 por mil del total de la masa-energía del cosmos.
Dibujar el cosmos exige mirar el borde de un abismo. Da vértigo, pero la curiosidad y un extraño morbo nos asedian. Muchos físicos y astrónomos se han embarcado en esta misión, trazando teorías para todos los gustos sobre una cuestión por resolver: ¿qué forma tiene el universo?
Una investigación internacional, liderada por el Imperial London College (Reino Unido) y en la que participa el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), ha observado el quásar más lejano y brillante en el infrarrojo, denominado ULAS J1120+0641. Su luz ha tardado en llegar a la Tierra 12,9 mil millones de años.