Especies arbustivas tan típicas de la cuenca mediterránea como el brezo o la estepa han disminuido su presencia en el Cabo de Creus (Girona) y tienden a desaparecer, debido a la elevada frecuencia de incendios, que está provocando un cambio en la vegetación de la zona y una simplificación en su estructura. Así lo ha confirmado un equipo de investigadores del Departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología de la Universitat Autònoma de Barcelona y del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, que ha llevado a cabo el primer estudio realizado en la región mediterránea sobre los efectos que los incendios continuados -hasta cinco en los últimos 30 años en una misma zona- tienen en la composición de las especies vegetales.
En la imagen, pistas de la estación de esquí de Sierra Nevada en temporada baja.
Un equipo de investigadores ha confirmado que, desde 1970, la acción del ser humano ha sido la principal impulsora del cambio de la vegetación dominante, compuesta por la masiega y el carrizo, en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real). Esta investigación resulta fundamental para ayudar a la conservación de los humedales degradados.