En más de tres décadas de investigación, el impacto de las publicaciones de los equipos españoles ha contribuido significativamente a entender y combatir la pandemia del sida. Un estudio internacional publicado en Viruses llama la atención sobre la alta prevalencia e incidencia del VIH en España.
Día Mundial de la lucha contra el sida. / CINTA ARRIBAS
Linda-Gail Bekker lleva toda su vida estudiando el VIH y la tuberculosis en el continente africano. Esta activista comunitaria de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) acaba de recibir el Premio Desmond Tutu 2018 a la Investigación para la Prevención del VIH y los Derechos Humanos durante el congreso mundial de la enfermedad, celebrado esta semana en Madrid.
Cinco personas infectadas por VIH que recibieron un trasplante de células madre tienen ahora el virus indetectable en sangre y tejidos. En una de ellas, los investigadores ni siquiera detectan anticuerpos en su sangre. Este hallazgo podría servir para el diseño de nuevas estrategias de cura de la infección.
Dos nuevos estudios realizados con un número reducido de pacientes proponen un nuevo tratamiento del VIH que podría ser una alternativa a la terapia antirretroviral, con menos efectos secundarios. El porcentaje de infectados que se beneficiaría de la nueva estrategia rondará el 50%. La primera autora de uno de los trabajos es una investigadora española.
Investigadores de varias instituciones catalanas han obtenido por primera vez tres proteínas diferentes de una única planta de arroz transgénico, cuyos extractos han demostrado evitar la entrada del VIH en células humanas en experimentos in vitro. Los componentes del arroz producen además un efecto potenciador, lo que ayuda a bloquear la infección.
El diagnóstico de VIH es el primero de muchos pasos en el camino hacia el control de la enfermedad a escala mundial. Sin embargo, resultados obtenidos en el sur de Mozambique muestran que más de la mitad de personas recién diagnosticadas con el virus no inician los próximos pasos de la cascada de cuidados, y esto es aún más notable entre las personas que realizan la prueba en casa. Un estudio muestra que es necesario desarrollar intervenciones para facilitar el acceso al cuidado y al tratamiento.
Casi una de cada tres personas que ya ha sido diagnosticada con VIH no da a conocer su estatus serológico en las nuevas campañas de diagnóstico, lo que resulta en la repetición innecesaria de pruebas. Además de desperdiciar recursos valiosos, este fenómeno puede falsear indicadores relativos a los objetivos de la ONU en la lucha contra el Sida, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona en el Sur de Mozambique.
Irregularidades en la proteína de la envoltura del VIH explican que un grupo de pacientes haya podido evitar la progresión de la infección durante 25 años sin necesidad de tratamiento. Así concluye un estudio, realizado por investigadores españoles, que confirma por primera vez cómo los defectos de un virus se heredan de un individuo a otro e, incluso, determinan la evolución clínica de los pacientes al provocar que la infección no avance.