Distribución de las nueve galaxias enanas desconocidas que orbitan alrededor de la Vía Láctea. / Carnegie Observatories
Este viernes la sonda Dawn de la NASA alcanza Ceres, el objeto más grande del sistema solar entre Marte y Júpiter. Su entrada en la órbita del planeta enano ayudará a desvelar algunos de sus misterios, como sus enigmáticas manchas brillantes, y a comprender mejor los orígenes del sistema solar.
El planeta Marte albergó un primitivo océano que, aunque no era muy profundo, cubrió un 19% de la superficie del planeta rojo, una extensión ligeramente superior a la del océano Atlántico en la Tierra. Además, con sus más de 20 millones de km3, contenía más agua que el océano Ártico en nuestro planeta. Así lo sugiere un estudio internacional tras analizar la atmósfera y las propiedades del agua marcianas con telescopios terrestres.
Hace 50 años, se predijo que la luz de una explosión estelar podría seguir varios caminos a la vez alrededor de una lente gravitacional. Los astrónomos acaban de encontrar ese escenario en un cúmulo de galaxias, donde la luz de una remota supernova se presenta en cuatro imágenes en forma de cruz frente al telescopio espacial Hubble. El hallazgo ayudará a medir la expansión cósmica y poner a prueba la teoría de la relatividad general de Einstein, que ahora cumple cien años.
La estrella US 780 viaja a unos 1.200 kilómetros por segundo por nuestra galaxia. Según un estudio internacional su origen está en un sistema binario, desde donde su compañera la expulsó a gran velocidad cuando estalló como supernova. El fenómeno ya lo habían predicho investigadores españoles hace unos años.
La cámara de la sonda Dawn de la NASA ha captado en febrero la presencia de dos enigmáticos puntos brillantes, uno más grande que el otro, en un mismo cráter del planeta enano Ceres. Podrían ser zonas ricas en sal o agua helada, o guardar alguna relación con un gélido vulcanismo. La llegada de la nave el próximo viernes ayudará a esclarecer este y otros secretos de Ceres.
La estrella de carbano más conocida, CW Leonis, forma parte de un sistema binario y resulta 'erosionada' por el paso del otro astro cada 800 años. Así lo sugiere un estudio de investigadores del CSIC. Esta posible explicación abre una puerta hacia la comprensión del mecanismo por el cual las estrellas inician la expulsión de su material al medio interestelar.
Imagen de Ceres tomada por la nave Dawn el pasado 19 de febrero, donde se observan las dos enigmáticas manchas luminosas. / NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA