Plutón puede ocultar un océano subterráneo. / James Tuttle Keane/NASA
Un equipo internacional de astrónomos ha detectado, por primera vez en una estrella masiva en formación, un estallido producido por la 'ingesta' repentina de material que le aporta su disco de acrecimiento. El hallazgo, en el que participa el Instituto de Astrofísica de Andalucía, constituye la prueba más sólida obtenida hasta ahora de que las estrellas de alta y baja masa se forman por un proceso similar.
Investigadores de la Universidad de Extremadura han calculado el tamaño del Sol a partir de las observaciones registradas desde 1773 en el Real Instituto y Observatorio de la Armada en Cádiz. Los resultados confirman que el diámetro de nuestra estrella ha permanecido invariable en los últimos 250 años.
Cada vez que hay luna llena en el perigeo, es decir, cuando nuestro satélite está más cerca de la Tierra, podemos disfrutar de una superluna. La de este 14 de noviembre será especial, porque se situará en su posición más próxima en lo que va de siglo. Hasta 2034 no ocurrirá nada igual.
Los vientos de la la gran corriente en chorro que circula por la atmósfera ecuatorial de Saturno alcanzan velocidades de 1.100 km/h en zona alta pero llegan hasta los 1.650 km/h a unos 150 km de profundidad. Es uno de los nuevos y valiosos datos que han conseguido investigadores de la Universidad del País Vasco tras analizar la estructura de la potente corriente del gigante gaseoso con la ayuda del telescopio espacial Hubble.
La pareja de telescopios MAGIC ha descubierto desde La Palma, en Canarias, la fuente de rayos gamma más distante encontrada hasta ahora en el universo, emitida hace más de 7.000 millones de años. Llegó desde el remoto cuásar QSO B0218 + 357, que se ha podido observar gracias a la lente gravitacional que produjo una galaxia situada entre este objeto y la Tierra, un fenómeno predicho por la teoría de la relatividad de Einstein.
Cada siglo ocurren en nuestra galaxia tan solo tres o cuatro supernovas, eventos superenergéticos en los que se disparan neutrinos a la velocidad de la luz. En el detector Super-Kamiokande de Japón se ha instalado un sistema informático para vigilar en tiempo real y avisar a la comunidad científica de la llegada de estas misteriosas partículas, que pueden ofrecer información crucial sobre el colapso de las estrellas y la formación de agujeros negros.