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Un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad de Barcelona, ha captado imágenes directas de las ondas magnéticas mediante experimentos en los que se generan secuencias de ondas de espines, los 'giros' de los electrones. El avance puede ayudar a manipular mejor la información en nanodispositivos magnéticos.
Científicos de la Universidad de Alcalá, el Instituto Meteorológico Francés y la Universidad de Oslo han medido por primera vez la probabilidad de que una ola gigante ocurriera en el momento del accidente del Prestige en 2002. Los resultados indican un valor ligeramente superior al habitual debido al estado de la mar en aquel momento, con olas muy altas y cruzadas.
Los experimentos de oscilaciones de neutrinos desarrollados por cinco colaboraciones científicas han recibido el Breakthrough Prize for Fundamental Physics, un premio mejor dotado que el Nobel. El galardón reconoce la importancia de estas oscilaciones para llegar a resolver el enigma de la ausencia de antimateria en el universo. Los institutos españoles IFAE de Barcelona e IFIC de Valencia han participado en estas investigaciones.
Ilustración de dos antiprotones emergiendo de una colisión. / Brookhaven National Laboratory
Los responsables de no dejar pasar oxígeno a determinadas zonas del mar son los remolinos. Así lo sugieren las simulaciones de un estudio internacional en el que han participado investigadores del Instituto de Física Interdisciplinaria y Sistemas Complejos.
Existen numerosas técnicas para fabricar láminas delgadas, que están presentes en infinidad de objetos, desde pantallas táctiles a cuchillas de afeitar. Investigadores españoles, dirigidos por la Universidad Complutense de Madrid, han descubierto que bombardear una superficie con iones de baja energía puede servir para crear estas capas finas de forma más sencilla que con las técnicas tradicionales.
La teoría cuántica predice que la observación de un objeto puede afectar justo en ese momento a otro, aunque esté en la otra punta del universo, un fenómeno en el que Einstein no creía. Pero se acaba de conseguir que dos electrones, separados 1,3 kilómetros en el campus de la Universidad Técnica de Delft (Holanda), se comuniquen de forma ‘invisible’ e instantánea. El avance, en el que ha participado el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, se puede aplicar en criptografía cuántica, pero también confirma lo extraño que es nuestro universo.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto IMDEA Nanociencia han desarrollado un algoritmo que permite determinar la estabilidad relativa de los fullerenos cargados. Se trata de unas estructuras tridimensionales de carbono de gran interés en el campo de la nanotecnología.
José Ignacio Fernández Vera, director de la FECYT, y Marián del Egido, directora del MUNCYT, probando el nuevo túnel interactivo del museo. / Olmo (SINC)