El descubrimiento de una nueva partícula en el CERN de Ginebra ha revolucionado a la comunidad científica. ¿Se trata realmente del perseguido bosón de Higgs o de otro con sus propiedades? En cualquier caso, el hallazgo es histórico y abre una nueva etapa en las investigaciones del LHC, según los expertos en física de partículas.
El sistema experimental utilizado en el experimento. Imagen: LOUM
El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), cerca de Ginebra, ha detectado, con una confianza del 99,99994%, una nueva partícula que podría ser el esperado bosón de Higgs, la última pieza del modelo que los físicos llevaban décadas tratando de completar. El higgs es esencial para comprender la naturaleza de la masa.
Este miércoles se presentan en el CERN, cerca de Ginebra, los últimos descubrimientos sobre el bosón de Higgs, la partícula que tanto ansían encontrar los físicos. Los experimentos ATLAS y CMS del Gran Colisionador de Hadrones –el famoso LHC– han servido para recoger los resultados, una información que nos desgranan dos de sus investigadoras: Carmen García, del Instituto de Física Corpuscular, y Teresa Rodrigo, del Instituto de Física de Cantabria.
El Tevatrón del Laboratorio Fermilab de EEUU se cerró a finales de 2011, pero sus datos se siguen analizando.
Los científicos de los experimentos ATLAS y CMS del Gran Colisionador de Hadrones o LHC presentarán el próximo 4 de julio sus últimos resultados sobre el bosón de Higgs, la enigmática partícula que explicaría cómo obtienen masa las demás. La cita es el Laboratorio Europeo de Física de Partículas de Ginebra y coincide con el inicio en Australia de la mayor conferencia sobre física de altas energías.
Un equipo del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla y otros institutos españoles han estudiado los efectos que tiene la radiación sobre algunos tipos de fibras ópticas. Este material se emplea para fabricar los sensores de los detectores del LHC en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
Científicos de cuatro continentes, incluidos algunos españoles, han logrado medir en un isótopo de estaño la mayor ‘fuerza de desintegración beta de tipo Gamow-Teller’ conocida hasta la fecha. Estudios de astrofísica y técnicas antitumorales se pueden beneficiar del hallazgo.