Un nuevo instrumento será capaz de medir masas de núcleos atómicos con una precisión 1 billón de veces más pequeña que la medida de la masa del átomo. El dispositivo, denominado sensor cuántico, se construirá gracias a una subvención de 1,5 millones de euros, otorgados por el Consejo Europeo de Investigación.
Un sistema de radares de alta frecuencia desarrollado por el Grupo de Oceanografía Física de la Universidad de Vigo permite medir las corrientes de entrada y salida de la ría viguesa. Los datos que se recogen son de acceso público y en tiempo real. Esto permite obtener mapas que se actualizan cada media hora.
Los radares son capaces de cubrir el tercio exterior de la ría. Nikolai Ormazablev
Los experimentos ATLAS y CMS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) excluyen, con un 95% de probabilidades, la presencia del bosón de Higgs en un amplio rango de masas.
Desde que los sistemas de detección de rayos se desarrollaran en la década de los 80, se viene investigando sobre la posibilidad de estimar la precipitación producida por una tormenta en función de los rayos generados en la misma. Si esto fuera posible, bastaría con conocer la distribución de rayos en una cuenca para estimar la cantidad de precipitación que esa recibe. Joseba Areitio, licenciado en Ciencias Físicas por la UPV/EHU, ha realizado su aportación a esta línea de investigación recopilando datos del País Vasco.
Los trabajos de Juan Ignacio Cirac (Manresa, 1965) le han llevado a la cumbre de la ciencia mundial. Desde 2001 este físico es director de la División Teórica del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica (Alemania) y su nombre resuena cada año como un firme candidato al Nobel, aunque él no se canse de negarlo. La semana pasada, Cirac dirigió el encuentro "Políticas para la excelencia científica en España", organizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en la sede de Santander de Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Allí charló con SINC sobre mecánica cuántica cuyos “extraños fenómenos decidirán el futuro de los ordenadores y de los sistemas de comunicación”.
Los experimentos ATLAS y CMS restringen el rango de masas donde los físicos buscan la partícula que explicaría el origen de la masa. Aunque se observan ‘indicios’ alrededor de los 140 GeV, los físicos se muestran prudentes. A finales de 2012 se habrán acumulado datos como para confirmar o descartar su existencia.