Los galardonados de este año son los investigadores Karl Barry Sharpless y Morten Meldal, por sentar las bases de la llamada ‘química clic’, y Carolyn Bertozzi, que la empezó a usar en organismos vivos. Sus novedosas reacciones bioortogonales han permitido tratamientos más específicos contra el cáncer, entre otras muchas aplicaciones.
Las nanoestructuras de carbono con bordes en zigzag dotan a los materiales de excitantes propiedades electrónicas con multitud de aplicaciones, pero son vulnerables a la exposición al aire. Para resolverlo, científicos de España y la República Checa han encontrado formas de proteger la síntesis de una de estas estructuras, las nanocintas de grafeno, frente a los efectos oxidantes de la atmósfera.
Dos investigadoras de la Universidad de Granada han descubierto que la corrosión electroquímica convierte espontáneamente al oro que decora las yeserías de la Alhambra en nanoesferas que le otorgan un color morado.
Investigadores de IBM, la Universidad de Santiago de Compostela y otros centros internacionales consiguen crear y romper enlaces entre los átomos de una molécula a voluntad, mediante pulsos de voltaje aplicados con la punta de un microscopio. El avance, portada de la revista Science, abre el camino al diseño de sofisticadas máquinas moleculares.
Se cumplen 25 años de la entrada en vigor de la Convención sobre las Armas Químicas, un tratado internacional con el que se espera completar en 2023 la destrucción de todos los arsenales declarados. El principal reto es que no vuelvan a aparecer y prevenir las futuras amenazas, según plantea un experto del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de EE UU en la revista Science.
La estabilidad del ácido barbitúrico frente a la dañina luz ultravioleta, que en la Tierra primitiva incidía sin la protección de la capa de ozono, apoya su posible papel como precursor de las nucleobases del ARN y el ADN, el material genético de los seres vivos. Así lo muestran las simulaciones computacionales realizadas por químicos de la Universidad Autónoma de Madrid.
Investigadores españoles y alemanes han ideado un mecanismo para llevar agentes bioactivos al interior de la célula utilizando unos compuestos de boro que son capaces de desordenar las moléculas de agua y deshidratar la carga que llevan. De esta forma pueden atravesar la membrana celular sin dañarla y entregar el cargamento, lo que puede resultar de gran interés para administrar fármacos.
Como si fuera un kit de construcción infantil, científicos de EE UU han desarrollado bloques químicos modulares y una máquina automatizada para unirlos mediante complicados giros tridimensionales. El resultado son compuestos más complejos que se podrían utilizar en la industria farmacéutica, cosmética o de alimentación.
Las herramientas de esta científica del Centro Nacional de Biotecnología se dividen en el instrumental de laboratorio y su tablet con la que representa en imágenes su propia investigación y la de sus colegas.
El investigador alemán Benjamin List y el escocés David MacMillan han sido galardonados con el Premio Nobel de Química 2021 “por el desarrollo de la organocatálisis asimétrica”, una novedosa herramienta de construcción molecular. Este avance ha tenido un gran impacto en la investigación farmacéutica y ha favorecido que la química sea más ecológica.