Ana Rosa Linde colabora con el laureado en Medicina 2015 Satoshi Omura

“Este Nobel es el empuje definitivo a la investigación de las enfermedades olvidadas”

El 5 de octubre se anunciaron los ganadores del Premio Nobel de Medicina. Uno de los tres galardonados fue Satoshi Omura por su descubrimiento de la ivermectina, un antiparasitario que ha conseguido salvar millones de vidas en países empobrecidos. La española Ana Rosa Linde (Asturias, 1963), que trabaja con el investigador japonés y que ostenta el cargo de presidenta fundadora de la Asociación de Científicos Españoles en el país nipón, nos cuenta su experiencia y nos acerca la figura del laureado.

“Este Nobel es el empuje definitivo a la investigación de las enfermedades olvidadas”
Ana Rosa Linde durante una visita a España. / Foto cedida por Linde

Usted trabaja desde 2010 con Satoshi Omura, reciente ganador del premio Nobel de Medicina. ¿Cómo es colaborar mano a mano con un investigador de este calibre?

Ya le conocía por su gran contribución científica. De hecho, cuando trabajé en la compañía farmacéutica Merck, en EE UU, tenía que pasar todos los días por delante de una estatua que hicieron en su honor. Cuando fui a vivir a Japón fui contactada por la fundación Oswaldo Cruz de Brasil para coordinar proyectos entre el grupo del profesor Omura en el Instituto Kitasato. Así, llevo seis años coordinando programas entre esas dos instituciones para el desarrollo de fármacos contra enfermedades tropicales olvidadas, como malaria, chagas o dengue. Trabajar con él y su equipo me parece un sueño hecho realidad. Conseguimos importantes logros y he logrado formar parte de su núcleo de confianza.

“Se dice que después de la penicilina, la ivermectina es la sustancia que más ha mejorado la salud de la humanidad”

¿En qué consisten los hallazgos por los que Omura ha sido galardonado?

Es un experto en bioquímica inorgánica, en aislar compuestos bioactivos de microorganismos. Ha desarrollado metodologías que han identificado más de 470 sustancias, muchas de las cuales se usan para combatir enfermedades. Su mayor contribución, y por lo que le han dado el premio, es por el descubrimiento de las ivermectinas. Estas sustancias antiparasitarias han contribuido a optimizar la calidad de vida de millones de personas al casi eliminar enfermedades como la oncocercosis, la enfermedad de la ceguera del río. Se dice que después de la penicilina, la ivermectina es la sustancia que más ha mejorado la salud de la humanidad. Lo más importante es que lo ha hecho en enfermedades tropicales olvidadas, las patologías de los más pobres, en las que las compañías farmacéuticas no invierten aunque afectan a millones de personas. Por esa razón es un premio muy merecido.

Con el embajador español en el laboratorio de Omura.

¿Cree que este galardón tan prestigioso hará que se invierta más en estas patologías?

Sí, definitivamente. Ya iba siendo hora de que estos avances científicos fueran reconocidos. Las soluciones científicas que mejoran y salvan la vida de millones de personas, especialmente las más desfavorecidas, tienen que ser un objetivo prioritario. La concesión de este premio a las enfermedades olvidadas supone el empuje definitivo a las investigaciones para mejorar la salud global. Es un problema integral que necesita el esfuerzo y dedicación de la comunidad científica mundial.

“Las soluciones científicas que salvan la vida de millones de personas desfavorecidas tienen que ser un objetivo prioritario”

Quizá a partir de ahora los países más ricos se ‘olvidan’ menos de ellas…

Como se ha demostrado con los recientes casos de ébola fuera de África, o de dengue en Europa o Japón, este tipo de enfermedades ya no afectan solo a ciertas zonas donde viven los menos privilegiados. Estas patologías afectan a un gran número personas. La ivermectina, por ejemplo, ha impedido que millones de personas se vuelvan ciegas. Los países más ricos hasta ahora pensaban que no les podían afectar. Tampoco interesaban a las compañías farmacéuticas porque la población más susceptible de enfermar no tiene capacidad económica y no se financiaban investigaciones. Pero con el cambio climático y otros factores, la comunidad científica internacional se hado cuenta de que son problemas globales.

¿Cuál es el objetivo de la investigación en patologías parasitarias?

La mayor parte de las personas con riesgo de infección vive en unas condiciones ambientales y económicas que les hace muy vulnerables. No solo está el desarrollar nuevos fármacos o investigar los mecanismos biológicos que nos hacen susceptibles a contraer estas enfermedades. También hay que mejorar las condiciones sanitarias y ambientales de las poblaciones en riesgo, maximizar el acceso y distribución de los medicamentos, mejorar los planes sanitarios... En este aspecto, la ivermectina también supone un ejemplo de éxito absoluto. Se distribuyó gratis entre las poblaciones afectadas, de manera que los líderes de las comunidades lo hacían una vez al año sin necesidad de que hubiera personal médico presente, ya que se administra de manera muy sencilla.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados