David Bueno, genetista y codirector de la colección de libros Catàlisi

“Todavía hay quien ve al científico divulgador como una rara avis”

David Bueno es profesor del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona (UB) y experto en el campo de investigación de las células madre y la medicina regenerativa. En 2010 ganó el Premio Europeo de Divulgación Científica Estudio General por el trabajo "El enigma de la libertad. Una perspectiva biológica y evolutiva de la libertad humana". Es miembro de la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC) y colaborador habitual en los medios. También codirige la colección Catàlisi, una iniciativa impulsada por Publicacions i Edicions de la UB para acercar el mundo de la ciencia a la sociedad.

El profesor David Bueno del Departamento de Genética de la UB.
El profesor David Bueno del Departamento de Genética de la UB.

Poner la ciencia al alcance de la sociedad no es tarea fácil. ¿Con qué objetivos nace la nueva etapa de la colección Catàlisi?

Quiere contribuir a la sociabilización de la ciencia. La intención es explicar cuestiones científicas de actualidad al gran público de manera sencilla y entretenida, con sentido lúdico y a la vez de manera rigurosa. Que estén escritas por profesionales especializados en el tema y editadas de una manera atractiva y sugerente. Pretende favorecer el hecho de que la ciudadanía pueda llegar a ser copartícipe de los avances científicos para que pueda disfrutar de ellos en igualdad de conocimientos y de corresponsabilidad.

El conocimiento científico tiene un elevado grado de especialización. ¿Qué áreas de la ciencia abordarán las próximas publicaciones?

Tratarán la ciencia en todas sus vertientes: biología, física, química, geología, medicina…. Pero siempre contextualizado en cuestiones de interés que sean próximos e interesen a los lectores. Los dos primeros libros de esta nueva etapa, que acaban de publicarse, se centran en los organismos transgénicos y sus utilidades. Para 2012 estamos trabajando en dos libros, uno sobre meteorología y cómo afecta a nuestras actividades diarias, y otro sobre el modelo energético actual y sus perspectivas de futuro. Aunque tenemos más en proyecto sobre geología, química, la mente humana, etc.

¿A qué público irán dirigidas?

A personas mínimamente interesadas en la ciencia con unos conocimientos equiparables a los de las enseñanzas obligatorias actuales.

“Las universidades y los centros de investigación tienen un papel primordial en la comunicación social de la ciencia”

¿Estamos preparados para entender tantos avances científicos?

El progreso científico se ha intensificado enormemente en estas últimas décadas pero nuestra sociedad no está suficientemente informada para entender los avances de manera consecuente con todas sus implicaciones. Para poder disfrutar de todo este progreso hay que estar informado del mismo. Vivimos en una sociedad de la información pero a menudo esta información se nos presenta fragmentada, descontextualizada. Y lo que es peor, con aspectos reales y verídicos mezclados con otros que no lo son, por desconocimiento o con la intención de manipular. Por lo tanto, información hay mucha, aunque la accesibilidad a la información contrastada es muy limitada.

¿Cómo influye la ciencia en la sociedad actual?

La ciencia tiene un impacto muy importante en nuestra vida. Los objetos más cotidianos, los tratamientos biomédicos más sofisticados pasando por las previsiones meteorológicas e incluso por el propio concepto que tenemos de nosotros mismos y del mundo, de nuestra mente y de la relación con el medio ambiente, tienen su origen o son consecuencia de la ciencia.

La socióloga Dorothy Nelkin, experta en la relación entre ciencia y sociedad dice que “para la mayoría de la gente, la realidad de la ciencia es lo que lee en la prensa”. En un mundo globalizado, ¿la ciencia ha encontrado su espacio en los medios de comunicación?

Los últimos años se han incrementado las informaciones sobre ciencia. A pesar de su indiscutible utilidad, la inmediatez y la limitación de espacio de las informaciones hacen que se traten aspectos muy concretos del avance científico y este quede descontextualizado. La espectacularidad que a menudo se les da a las noticias no siempre respeta de manera estricta la veracidad de la información. Además existe falta de especialización científica de algunos de los profesionales que trabajan en los medios de comunicación. Aun así debo decir que en estos últimos años se ha producido un incremento de especialización francamente notable.

“Obtener órganos a la carta será cuestión de tiempo”

La investigación es un punto clave en la actividad de los científicos, pero mejorar la cultura científica de la sociedad actual también lo es. ¿Un científico que se esfuerza por divulgar todavía es una rara avis?

Lamentablemente, todavía hay quien ve al científico divulgador como una rara avis, casi como una anomalía del sistema. Afortunadamente esta percepción está cambiando de manera acelerada, ya que cada vez es más evidente que hay que potenciar la sociabilización de la ciencia. Y los científicos tienen mucho que decir en este campo. En este sentido, fue presentar la colección y empezar a recibir algunas propuestas de científicos interesados en divulgar aspectos concretos de su campo de investigación. Toda una prueba del interés que despierta la divulgación también dentro del colectivo de los investigadores.

Si analizamos el objetivo de fomentar la divulgación, ¿qué papel tienen las universidades y los centros de investigación en la comunicación social de la ciencia?

Es un papel primordial. En estos centros se generan la mayoría de avances científicos. Además, también en la mayoría de los casos lo hacen con recursos económicos procedentes de la sociedad. Eso genera la necesidad de tener que comunicar estos avances, tanto por el hecho de que todos ellos afectan de una manera u otra a la propia sociedad, como porque es la sociedad la que, de manera directa o indirecta, los ha financiado. Es una justa y necesaria retorno a la sociedad.

Usted ha trabajado en la aplicación de las células madre en medicina regenerativa y en el diseño de animales transgénicos. Recordando el título de uno de sus libros más conocidos, ¿tendremos órganos a la carta algún día?

Es difícil hablar de órganos a la carta, puesto que un órgano está formado por varios tejidos coordinados e integrados funcionalmente en un todo, que a su vez están formados por varios tipos celulares, también coordinados. Por el momento, ya se empieza a disponer de las primeras células a la carta, que se emplean en algunos procesos de trasplante, e incluso de algún tejido, como el epitelial. Será cuestión de tiempo desarrollar los conocimientos científicos y técnicos necesarios para obtener estos órganos. Creo que tarde o temprano utilizaremos órganos rudimentarios de manera habitual en biomedicina.

Fuente: Universidad de Barcelona
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados