Inspirado en el pez caracol de la fosa de las Marianas, este robot chino ha sido capaz de nadar de forma autónoma y autopropulsada a casi 11.000 metros de profundidad. Aunque de momento sus funciones son muy limitadas, sus creadores creen que el diseño, flexible, blando y ligero, puede sentar las bases de la robótica submarina en condiciones extremas.
Langer, que cuenta con más de 1.400 patentes, 1.500 artículos científicos y unos 220 premios, entre ellos el Charles Stark Draper –el ‘Nobel’ de los ingenieros–, ayudó a crear la biotecnológica Moderna, que ha desarrollado una vacuna de ARN con la que ya se han comenzado a inmunizar cientos de miles de personas en Occidente. Precisamente, la tecnología que usa Moderna y el suero de Pfizer/BioNTech se basa en las nanopartículas que desarrolló este científico hace 40 años.
Las ecografías permiten ‘ver’ estructuras internas del cuerpo mediante ultrasonidos y las imágenes gamma proporcionan información metabólica a partir de radiotrazadores inyectados en los pacientes. Ahora investigadores del Instituto de Física Corpuscular han desarrollado un prototipo que combina ambas técnicas para mejorar la precisión de las biopsias y personalizar el tratamiento de cualquier tipo de cáncer.
Los experimentos in vitro e in vivo con plitidepsina muestran una eficacia más potente que con el fármaco remdesivir, el único antiviral aprobado como tratamiento de la covid-19. PharmaMar, empresa que fabrica este medicamento en España, está negociando más ensayos para estudiar su eficacia.
Tras empezar la campaña de vacunación, seis de cada diez españoles se muestran dispuestos a vacunarse sin reticencias. En octubre, esta cifra suponía el 20 %. La población con un mayor rechazo se sitúa ahora por debajo del 10 %, mientras que hace tres meses estaba cerca del 32 %.
El coronavirus ha acaparado la atención de los lectores en este inusual 2020. Mascarillas, síntomas, test rápidos o PCR, pandemia, sanitarios... Aunque también hay hueco para el origen del universo y el gasto energético de las búsquedas en Google.
Expertos de la Universitat Politècnica de València han creado un biosensor que permitiría cuantificar la carga viral en espacios interiores como viviendas, restaurantes, aulas, cines o medios de transporte. El prototipo desarrollado se encuentra en la fase de evaluación en hospitales.