Investigadores de la Universidad de Sevilla han diseñado un sistema que transforma actividades corporales leves emitidas por personas con algún tipo de diversidad funcional en mensajes cifrados. La novedad de esta invención, basada en algoritmos inteligentes, es su capacidad de adaptación a los diferentes movimientos sin que altere su funcionamiento. Además, este mecanismo se puede colocar sobre la ropa en diferentes partes del cuerpo, como la cabeza, la mano, la pierna o el brazo.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha inaugurado esta semana un laboratorio que aspira a convertirse en centro de referencia europeo en nuevas terapias que utilizan la robótica para asistir a personas afectadas por enfermedades neurológicas. Las instalaciones están situadas en Arganda del Rey (Madrid).
Dos centros de la Universidad de Barcelona han creado la plataforma Avantdrug, que ofrecerá servicios a empresas e investigadores para realizar ensayos de neurotoxicidad de medicamentos y cribado de fármacos utilizando neuronas obtenidas a partir de células humanas pluripotentes. Se trata de la primera plataforma de estas características en España y ofrece la posibilidad de hacer pruebas en modelos in vitro de enfermedades neurodegenerativas.
La bioquímica Margarita Salas y los ingenieros españoles Antonio Corredor y Carlos Fermín Menéndez han sido nominados para el Premio al Inventor Europeo 2019, que organiza la Oficina Europea de Patentes. Los ganadores se anunciarán en una ceremonia en Viena el próximo 20 de junio.
Una nueva aplicación desarrollada por investigadores de la Universidad de Málaga permite a pacientes con gran discapacidad motora expresarse a través de un ordenador mediante su actividad cerebral. El sistema recibe e interpreta las señales electroencefalográficas que son generadas ante la presentación de estímulos visuales en forma de letras y las transforma en palabras y sonidos.
Lanzada hace poco más de un año por investigadoras estadounidenses, la base de datos Request a Woman Scientist tiene ya registradas más de 8.500 mujeres de 174 disciplinas científicas y 133 países, entre ellos España. Su finalidad es dar visibilidad al trabajo de las científicas y acabar con el predominio de las voces masculinas en las noticias, los paneles y las conferencias relacionadas con la ciencia.
Está al frente de un equipo de 580 personas que ha logrado mejorar la climatización del Metro de Madrid y detectar fraudes en contrataciones. Dice que la automatización va a cambiar radicalmente el modo en el que trabajamos, pero ella cree que las máquinas nunca podrán sustituirnos en el cuidado de las personas.
El proyecto ‘Brains on Board’ es una colaboración entre varias universidades británicas asociado al Human Brain Project que busca ‘traducir’ el cerebro de hormigas y abejas en algoritmos que entienda una máquina. Su objetivo es crear autómatas igual de eficientes que puedan utilizarse en tareas de rescate, exploración espacial y análisis de terrenos.
La start-up Aisoy Robotics desarrolla robots capaces de reconocer a la persona con la que interactúan y simular emociones. Su potencial en terapias para autismo fue constatado hace tres años por una enfermera de EE UU, madre de Juan. Ahora, preparan un estudio clínico en España para probar su eficacia en 50 hogares.
Junto a cuatro amigos, esta graduada en Física y Bellas Artes ha ganado un hackaton de la NASA con Galaxy Quest, un juego inspirado en el Candy Crush que engancha a los usuarios para que ayuden a procesar las imágenes del Hubble. Su sueño es diseñar aplicaciones que logren un impacto positivo en la sociedad cambiando hábitos de los ciudadanos; por ejemplo, una ‘app’ que incentive a reciclar.