La Universitat Autònoma de Barcelona ha patentado una innovación para precisar de una manera sencilla, económica y fiable la infertilidad de un individuo mediante el estudio del estrés oxidativo de los espermatozoides, un parámetro poco estudiado hasta ahora.
La infertilidad masculina requiere un análisis exhaustivo del esperma para conocer qué origina el problema del paciente y orientarlo hacia el tratamiento más indicado. Los principales parámetros que se estudian actualmente son la concentración, la movilidad y la morfología espermática, pero recientemente se ha empezado a considerar un nuevo parámetro, la fragmentación del ADN espermático.
El estrés oxidativo de los espermatozoides es el principal responsable de la fragmentación del ADN, por eso la determinación de este parámetro puede justificar la presencia de esta fragmentación y descartar otros factores. Servirá para que el médico pueda determinar la necesidad o no de recetar tratamientos con antioxidantes a quien realmente lo necesite.
En esto se basa el nuevo método de diagnóstico de la infertilidad masculina desarrollado por Jordi Benet y Agustí Garcia Peiró, profesor e investigador de doctorado respectivamente, de la Unidad de Biología Celular y Genética Médica de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
“A diferencia de otros métodos existentes, el sistema que hemos desarrollado tiene las ventajas de que es sencillo, rápido y barato, y cualquier laboratorio lo podrá incorporar fácilmente”, explica Garcia Peiró. La principal innovación consiste en una nueva formulación del medio de análisis, que permite estudiar los espermatozoides de manera más precisa y minimizar los falsos positivos de estrés oxidativo que se puedan producir.
Para poder ofrecer un servicio de diagnóstico con el nuevo método se ha creado la spin-off CIMAB (siglas de Centro de Infertilidad Masculina y Análisis de Barcelona), que centrará su actividad en determinar el potencial fértil de un individuo a partir de diferentes métodos de análisis de esperma y ofrecerá sus servicios a especialistas en infertilidad, como ginecólogos, urólogos, andrólogos, clínicas de reproducción y bancos de esperma.
Actualmente el 15% de las parejas en edad de procrear son infértiles y en el 50% de los casos el factor masculino está presente.