Un estudio liderado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares revela la importancia de la proteína AID en la protección frente al cáncer y describe, por primera vez, un mecanismo capaz de bloquear el potencial oncogénico de esta proteína. Así, el sistema inmune es capaz de reconocer células epiteliales que acumulan mutaciones y daños en el ADN, impidiendo la aparición de tumores.
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto un mecanismo de protección contra el desarrollo de cáncer asociado a procesos inflamatorios. Los resultados aparecen publicados en la revista EMBO Molecular Medicine.
El equipo dirigido por Almudena R. Ramiro ha identificado un método por el cual el sistema inmune es capaz de reconocer células epiteliales que acumulan mutaciones y daños en el ADN, impidiendo la aparición de tumores.
Para el desarrollo de una respuesta inmune adecuada es fundamental la proteína AID, ya que su función permite la producción de anticuerpos capaces de reconocer, virtualmente, cualquier patógeno con el que el cuerpo entre en contacto.
La actividad de esta proteína se basa en la introducción de mutaciones en los genes de las inmunoglobulinas en linfocitos B, que codifican para las moléculas de anticuerpos. Aunque existen numerosos sistemas que controlan que la actividad de AID se lleve a cabo de forma correcta, si estos fallan pueden aparecer linfomas.
Además, algunos estudios apuntan a que un mal funcionamiento de esta proteína podría estar implicada en el desarrollo de tumores epiteliales como consecuencia de procesos inflamatorios crónicos. Así, estos indicios llevaron a los autores a investigar a fondo la contribución de esta proteína al desarrollo de carcinomas en modelos generados en el laboratorio.
Los autores revelan que la presencia de AID en células epiteliales da lugar a la aparición de células pretumorales, con una alta tasa proliferativa y que acumulan mutaciones. Esto produce la activación de una respuesta inmune del organismo contra el daño en el ADN, principalmente a través de otro tipo de linfocitos, los linfocitos T citotóxicos, que destruyen las células pretumorales.
Según los expertos, es así como el sistema inmune detecta e impide que las células que presentan alteraciones en su ADN se expandan, evitando así que puedan generar un tumor.
Este trabajo supone un gran avance en la investigación de los mecanismos que regulan la proteína AID, y describe, por primera vez, un mecanismo extrínseco encargado de bloquear el potencial oncogénico de esta proteína.
Referencia bibliográfica:
Arantxa Pérez‐García, Pablo Pérez‐Durán, Thomas Wossning, Isora V. Sernandez, Sonia M. Mur, Marta Cañamero, Francisco X. Real, Almudena R. Ramiro. ‘AID‐expressing epithelium is protected from oncogenic transformation by an NKG2D surveillance pathway’. EMBO Molecular Medicine. DOI 10.15252/emmm.201505348.