Detrás de un niño con conducta agresiva hay un entorno familiar negativo

Los niños y niñas que hacen uso de la violencia suelen provenir de familias conflictivas. La psicóloga Arantzazu Bellido ha trasladado esta hipótesis al País Vasco con encuestas a varias familias de Bizkaia. La investigadora da por probado que hay relación directa entre el comportamiento del niño y el entorno familiar. Así lo expresa en su tesis doctoral en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

Detrás de un niño con conducta agresiva hay un entorno familiar negativo
Arantzazu Bellido.

La tesis doctoral se titula Contexto familiar y comportamiento agresivo en niños y niñas de 8 años. Para llevar a cabo su investigación, Bellido acudió a varios colegios de Bizkaia, y realizó encuestas en 251 familias con niños y niñas de ocho años. La investigadora se basó en el modelo ecológico; es decir, además del niño, incluyó los factores que influyen en el contexto en el que se desarrolla éste. Por lo tanto, participaron tanto los niños como sus familiares, amigos y varios miembros de su colegio.

Los cuestionarios utilizados en la investigación estaban adaptados a la casuística de la CAV; ese trabajo de adaptación ha sido, precisamente, una de las aportaciones de la tesis de Bellido. Por un lado, tomó algunos cuestionarios utilizados y validados previamente en España, y los adaptó a las familias de la CAV, para lo cual, entre otras cosas, tradujo las preguntas al euskera. Por otro, creó nuevos cuestionarios; por ejemplo, diseñó un cuestionario que analiza las creencias de los padres sobre el proceso de madurez del niño, y otros que recogen datos demográficos y socioeconómicos.

La ausencia de los padres, una de las claves

De entre las 251 familias encuestadas, había 15 niños con conducta agresiva, y, de éstos, dos con conducta muy agresiva. Tal y como ha explicado la psicóloga, no son cifras muy elevadas, pero tras ellas ha encontrado algunos datos interesantes. Por ejemplo, algunos de estos niños agresivos están tutelados por tíos y abuelos.

Los factores que corresponden al contexto familiar son los más determinantes en la agresividad del niño, según se puede deducir de la tesis. Además del factor ya mencionado (la ausencia de los padres), son especialmente destacables la disciplina restrictiva paterna pero no materna (discrepancia educativa y binomio restricción-permisividad), insatisfacción del niño con el entorno familiar y un reparto desequilibrado de tareas domésticas que fundamentalmente recaen sobre la madre, quien también trabaja fuera del hogar (estrés).

Además de éstos, hay otro factor que ha llamado especialmente la atención de Bellido: la mala predisposición inicial a la idea de la paternidad/maternidad. Según dice la investigadora, en este caso también existen problemas de conducta, aun cuando posteriormente mejora la actitud de los padres y su relación con el niño. La psicóloga cree que este hecho puede abrir una nueva línea de investigación, basada en la relación que surge antes de nacer, durante el embarazo, en el útero.

Rechazados en el colegio

En cuanto a las características del entorno exterior, en el contexto escolar, los niños agresivos tienen aversión al aprendizaje, son rechazados por los compañeros, son considerados fuertes, tienen un mal comportamiento en clase, no son considerados cobardes y son víctimas de otras agresiones. En cuanto a la relación que tienen con el grupo de iguales, se aprecia en los niños agresivos una inadaptación social, un elevado nivel de conflictos, ausencia de restricción social y percepción de hostilidad en los otros.

La tesis doctoral también analiza las características individuales del propio sujeto; éstas son las más difíciles de definir, por ser muy personales. Según ha concluido Bellido, los niños agresivos son especialmente dominantes; ésa es una de las características principales del análisis individual. Asimismo, ha destacado la sensibilidad, la ansiedad y el binomio extroversión-introversión.

Fuente: UPV/EHU
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados