La mayoría de la ciudadanía europea y norteamericana considera la inmigración más como un problema que como una oportunidad. En nuestro país, el 58% del total de la población española comparte esta percepción, de la cual el 46% se identifica con la izquierda política y el 68% con la derecha, según los datos de la II Encuesta anual Transatlantic Trends: Immigration, que ha realizado la German Marshall Fund (GMF) de EE UU en colaboración con la Fundación BBVA y otras instituciones europeas.
Este estudio analiza la opinión respecto a la inmigración de la población de EE UU, Canadá, Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido y Países Bajos tras entrevistar a una muestra aleatoria de 1.000 personas por país en septiembre de este año .
En todos los países, los encuestados cifran la proporción de inmigrantes en su país muy por encima de la realidad. Los españoles creen que el 25% de la población de España es inmigrante, mientras que las estadísticas indican que constituyen el 12% del total de la población.
“El desconocimiento del número de inmigrantes que viven en EE UU, Canadá y Europa brinda a los gobiernos la ocasión de aclarar los hechos, puesto que la diferencia con las cifras reales puede cambiar el debate, y lo cambia, en aspectos tangibles”, afirma el presidente del GMF Craig Kennedy.
Por otro lado, la mayoría de la población entrevistada en ambos continentes, salvo en Reino Unido, considera que los inmigrantes no quitan trabajo a las personas nativas -un 67% en el caso de Europa y un 61% en el de España-, sino que ocupan puestos que éstas no desempeñarían.
La imagen de la inmigración ilegal
Tanto en Europa como en América del Norte existe una alta preocupación por la inmigración ilegal, aunque no así por la legal. En el caso de España, el 71% de las personas encuestadas destacas por expresar un alto nivel de preocupación hacia la inmigración ilegal y sólo una minoría expresa preocupación por la inmigración legal (22%), que suele ser valorada en términos positivos.
Asimismo, la población encuestada en España considera que inmigrantes legales e ilegales ayudan a ocupar puestos de trabajo no requeridos (74% los legales y 73% los ilegales) y que son muy trabajadores (64% y 51% respectivamente), pero la mayoría está de acuerdo en que los inmigrantes ilegales, no así los legales, son una carga para los servicios sociales (66%) y aumentan la delincuencia (70%).
La mayoría de las personas entrevistadas cree que “los inmigrantes legales que vienen al país a trabajar” y que deberían tener la oportunidad de quedarse de forma permanente en lugar de ser admitidos sólo de forma temporal (el 65% en Europa y el 68% en España).
Consideran que los inmigrantes en general se benefician más de los servicios de salud y seguridad social de lo que contribuyen vía impuestos. No obstante, hay mayoría a favor –un 84% en el caso de España - de que quienes que se encuentren en situación legal tengan los mismos beneficios sociales que las personas nativas.
Respecto a si se debe o no dar a los inmigrantes ilegales la oportunidad de obtener estatus legal hay diferencias entre países. En Alemania y Francia están a favor, en Italia y Reino Unido en contra, y en Países Bajos, España y Canadá hay división de opiniones.
La población española se pronuncia "claramente" a favor de garantizar a las personas inmigrantes en situación legal los mismos beneficios sociales (84% a favor) y derechos de participación política (69%) que los que tiene la ciudadanía española.
Los ciudadanos de Francia, Italia y España creen mayoritariamente que aumentar la ayuda al desarrollo a los países de origen de los inmigrantes es la forma más eficaz de reducir la inmigración ilegal. En Reino Unido, en cambio, destaca la preferencia por aumentar el control fronterizo.
Gestión política del fenómeno de la inmigración
Un 58% de los europeos encuestados, con exclusión de Reino Unido, está a favor de que las decisiones sobre inmigración se tomen de forma conjunta en la Unión Europea. En España el 65% de las personas entrevistadas así lo cree.
La opinión sobre cómo los gobiernos están gestionando la inmigración difiere bastante de unos países a otros: los británicos (71%), españoles (64%), estadounidenses (63%) e italianos (53%) desaprueban la gestión de su gobierno, mientras que los alemanes (71%), canadienses (59%), holandeses (53%) y franceses (50%) aprueban las medidas tomadas hasta ahora.
Los hombres, jóvenes, con mayor nivel de estudios y quienes se autodefinen de izquierda, tienen una visión menos crítica del fenómeno inmigratorio.
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