Una revisión bibliográfica internacional, liderada por la Universidad Complutense de Madrid, concluye que los trabajos publicados sobre el impacto de las calzadas en animales se hicieron tan solo sobre el 2 % de las especies amenazadas. La investigación en países en vías de desarrollo también es escasa.
Los estudios que analizan los efectos de las carreteras sobre las poblaciones de animales a las que impactan negativamente se han centrado, sobre todo, en grandes mamíferos de países desarrollados, sin tener en cuenta otras especies menos llamativas o países en vías de desarrollo, según una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El trabajo, publicado en Perspectives in Ecology and Conservation, ha consistido en una revisión bibliográfica de 1.517 estudios extraídos del repositorio Web of Science en torno a tres temáticas: atropellos, fragmentación del hábitat y medidas mitigadoras de estos dos impactos.
Entre las conclusiones destacan el déficit de variedad de especies: los estudios solo contemplan el 2 % de las especies amenazadas por las carreteras según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el inventario más completo del estado de conservación de especies de animales y plantas a nivel mundial.
Dicho porcentaje se centra en mamíferos grandes, principalmente carnívoros como zorros u osos (36 %), además de ungulados como ciervos o antílopes (15 %), marsupiales como canguros o koalas (14 %) y tortugas (13 %).
Los autores echan en falta especies menos llamativas, pero también afectadas por la red de carreteras como primates, murciélagos o invertebrados.
En cuanto a la localización, los biólogos encuentran insuficientes los estudios en el sudeste asiático, América del Sur o el centro de África.
Representación de los animales en artículos científicos según proporción de su aparición. / Rafael Barrientos
Esta limitación geográfica y de especies afectaría a la hora de tomar decisiones de conservación, pues no muestran la realidad del problema global.
“Este déficit de conocimiento debería ser cubierto en investigaciones futuras. Por ejemplo, en vez de registrar atropellos, estudiar cómo éstos afectan a la dinámica poblacional. A la hora de ver si las carreteras obstaculizan los movimientos de fauna y si los animales usan las medidas de mitigación instaladas, habría que estudiar si la ausencia de conectividad o la mejora de ésta tras la mitigación influyen en la supervivencia de las poblaciones viviendo en los márgenes de las carreteras”, propone Rafael Barrientos, investigador del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
Además de la universidad madrileña, en el estudio también han participado las universidades portuguesas de Lisboa, Aveiro y Oporto; el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad y la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg.
Referencia:
Rafael Barrientos, Fernando Ascensão, Marcello, D’Amico, Clara Grilo, Henrique M. Pereira. “The lost road: Do transportation networks imperil wildlife population persistence?” Perspectives in Ecology and Conservation