El manto litosférico de la Península Ibérica se formó hace 290 años millones de años

El manto litosférico actual de la Península Ibérica, situado entre los 30 y los 150 kilómetros de profundidad, nació hace 290 millones de años por los movimientos de las placas tectónicas que tuvieron lugar en aquel momento, cuando el territorio actual de España y Portugal ocupaba el centro de Pangea. Un equipo internacional demuestra esta teoría en la revista Geology.

El manto litosférico de la Península Ibérica se formó hace 290 años millones de años
Gabriel Gutiérrez Alonso, geólogo de la Universidad de Salamanca. Foto: DICYT.

Gabriel Gutiérrez Alonso, investigador del Departamento de Geología de la institución académica salmantina, explica que los movimientos de las placas tectónicas destruyeron el manto litosférico existente en ese momento, que se había formado hacía 1.000 millones de años, y propiciaron la formación del nuevo, que tiene, por lo tanto, 290 millones de años.

Dos años y medio de trabajo han permitido obtener este resultado acerca de la evolución geológica de la península Ibérica, que está muy relacionado con estudios anteriores de Gutiérrez Alonso acerca de la estructura geológica conocida como Arco ibero-armoricano, formación del Oeste de Europa que coincide en el tiempo con el fenómeno ahora estudiado, según ha explicado científico en declaraciones a DiCYT.

"Esta cadena montañosa se formó debido a la colisión de dos grandes masas continentales y luego se dobló, creando una litosfera muy gruesa que tiende a hundirse y desaparece en el interior, de manera que se reemplaza por el manto más profundo", apunta el investigador. "El peso de la litosfera rompió el manto viejo y en su lugar quedaron los materiales del interior de la Tierra, que al enfriarse constituyeron la litosfera que tenemos actualmente", señala.

El doblamiento de la litosfera, la capa superficial de la Tierra formada por la corteza y la parte superior del manto, originó un cambio en la forma de la cadena montañosa Varisca (formada hace aproximadamente 330 millones de años), que de una forma alargada pasó a tener una estructura de herradura formando lo que se conoce como Arco Ibero-Armoricano.

Este hecho también es el origen de la gran cantidad de rocas volcánicas, granitos y mineralizaciones asociadas que son la base de la minería metálica del noroeste de la península Ibérica, por ejemplo, el oro, el wolframio o el estaño.

Muestreo de rocas volcánicas

Para desarrollar esta investigación, los miembros del proyecto muestrearon rocas volcánicas, representativas de haber sido originadas en manto, formadas antes y después de los 310 y 290 millones de años, que afloran en algunos puntos de la Península Ibérica. “El buscar rocas originadas antes y después de esta época es porque sabemos que ese es el momento en el que sucedió el proceso de transformación, tanto en la superficie como en el interior terrestre”, afirma Gutiérrez Alonso.

Al partir de esas rocas, y al hacer análisis geoquímicos específicos, han conseguido probar la edad del manto antiguo y del nuevo. Se trata de "análisis geoquímicos isotópicos basados en dos elementos escasos en la naturaleza, el samario y el neodimio, que presentan isótopos radiactivos a partir de los cuales se puede determinar su antigüedad”.

Durante los próximos dos años, este grupo de investigadores de las universidades de Salamanca, Complutense de Madrid, STFX de Canadá y Bryn Mawr de Filadelfia (EE UU) continuará evidenciando este modelo con líneas de investigación sobre modelización analógica o estudios isotópicos.

Fuente: DICYT
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