Un esqueleto fosilizado muy bien conservado ha permitido describir a Tramuntanasaurus tiai, un reptil herbívoro que vivió en un ambiente tropical durante el Pérmico, hace unos 270 millones de años. En aquella época la actual isla mallorquina estaba unida al supercontinente Pangea.
Un equipo de investigación del Instituto de Biología Evolutiva ha descubierto que la separación de la península arábiga y África y la consecuente aparición del Mar Rojo, hace más de 25 millones de años, fue determinante para la historia evolutiva de los reptiles de la zona.
En el Valle de Manyanet (Pallars Jussà, Lleida), un equipo de científicos ha identificado y descrito las huellas más antiguas de Cataluña. Se trata del rastro fósil de diferentes grupos de anfibios y reptiles primitivos, entre los que se han identificado huellas de sinápsidos, el grupo que más adelante daría lugar a los mamíferos. Las icnitas o huellas fosilizadas pertenecen a dos hábitats diferenciados: una fluvial de meandros y otra de aguas no confinadas.
Una nueva especie de lagarto fósil descubierta en la región de Paraná (Brasil) y bautizada como Gueragama sulamericana, desafía las teorías actuales sobre la evolución de estos reptiles. El animal tiene una edad aproximada de unos 80 millones de años, y remonta a esas fechas el origen del grupo de los acrodonta, cuyos dientes se fusionan en la parte superior de sus mandíbulas.
Una recreación del Metoposaurus algarvensis / Joana Bruno
Hace justo un siglo, el meteorólogo alemán Alfred Wegener postuló el concepto de deriva continental y la existencia de Pangea, el supercontinente que al fragmentarse originó los actuales. Ridiculizado y rechazado por la sociedad de su época, el científico quedó en el olvido. Unas décadas más tarde, las nuevas técnicas geológicas permitieron aceptar la teoría de Wegener, que es la base de la actual tectónica de placas y un tema recurrente hasta en películas de animación como Ice Age 4, tal y como nos cuenta Josep M. Parés, geólogo en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).
Investigadores estadounidenses han planteado una nueva teoría de desplazamiento de los continentes que ubica el centro de un futuro supercontinente, denominado Amasia, en un lugar cercano al Polo Norte. Según esta hipótesis, el océano Ártico y el mar Caribe desaparecerán, la separación entre América del Norte y del Sur dejará de existir y se unirán por su zona norte a Asia y Europa.
En su lento pero incesante movimiento sobre la superficie del globo terrestre, los continentes que han existido a lo largo de la historia geológica han dejado un amplio registro de sus interacciones mutuas sobre el sustrato rocoso en el que vivimos. De entre todas ellas destaca la unión de todos los continentes en uno solo, denominado Pangea, hace aproximadamente 300 millones de años. Geólogos de la Universidad de Salamanca y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han hallado evidencias directas del choque entre Gondwana y Laurasia durante los albores del ensamblaje del supercontinente.
El manto litosférico actual de la Península Ibérica, situado entre los 30 y los 150 kilómetros de profundidad, nació hace 290 millones de años por los movimientos de las placas tectónicas que tuvieron lugar en aquel momento, cuando el territorio actual de España y Portugal ocupaba el centro de Pangea. Un equipo internacional demuestra esta teoría en la revista Geology.
Un equipo de investigadores ha demostrado que las distribuciones de los principales grupos de primates están relacionadas con las características tectónicas de la era del Mesozoico (hace 250 millones de años). Según el nuevo estudio, cada grupo evolucionó localmente a partir de un ancestro “muy difundido” en el supercontinente Pangea hace unos 185 millones de años.