El proceso degenerativo causado por los radicales libres se podrá predecir en un plazo medio, de tres o cuatro años, mediante nuevos marcadores. Éste es uno de los objetivos del Proyecto Consolider ROSAS (Reactive Oxygen Species and Systems), una red de excelencia, integrada por diez grupos de investigación de España, uno de la Universidad de Zaragoza, y que estos días se han reunido en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Además este encuentro científico cuenta con la presencia de un evaluador de la Universidad de Harvard, cuyo informe será trasladado al Ministerio de Ciencia.
El coordinador del proyecto ROSAS, Santiago Lamas, del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, ha destacado que uno de los propósitos de este proyecto es obtener nuevos marcadores del estrés oxidativo, mecanismo que desencadena enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer, cardiovasculares, digestivas y el envejecimiento, y poder ayudar a los clínicos a predecir el daño generado.
En la reunión en el Paraninfo han participado alrededor de 80 investigadores, representantes de los grupos de la Universidad de Zaragoza, del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC de Madrid, del Hospital de la Princesa en Madrid, de la Universidad de Salamanca, de la Universidad de Valencia, del Centro Nacional de Investigacions Cardiovasculares de Madrid, de la Universidad de Lleida, Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla y de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. el único aragonés, Genoxphos, del Departamento de Bíoquímica y Biología Molecular y Celular de la Unviersidad de Zaragoza. Además, en ella participa el profesor Prof.Bruce Demple del Harvard School of Public Health como evaluador.
Este consorcio pretende ahondar en el conocimiento de los radicales libres y el estrés oxidativo y, por extensión, en el de las enfermedades relacionadas con ellos para establecer mejores estrategias de diagnóstico y seguimiento. De hecho, este avance es fundamental dado que en la actualidad se pueden describir más de 300
enfermedades en cuya génesis o desarrollo intervienen los radicales libres de forma
decisiva, como el Parkinson, el Alzheimer, la arterosclerosis e incluso varios tipos de cáncer.
Radicales libres
Los radicales libres son moléculas muy pequeñas que se forman como consecuencia de la interacción del oxígeno con elementos bioquímicos de las células, y que tienen un importante papel en la señalización celular. Sin embargo, si se acumulan demasiado, provocan estrés oxidativo y pueden causar daños a las estructuras celulares, destruyendo y modificando su información genética y facilitando el camino para el envejecimiento celular y varias enfermedades. Los radicales libres son necesarios para que ciertas funciones celulares ocurran en el organismo, pero en grandes cantidades pueden dañar estructuras importantes, como proteínas o ácidos nucleicos.
El consolider trabaja en dos áreas fundamentales. Por un lado conocer por qué son
necesarios los radicales libres para que las células funcionen bien. Y por otro lado,
cuando las células han fracasado en su capacidad antioxidante, cómo los radicales
libres (derivados de Oxígeno o de Nitrógeno) inician su proceso dañino.
El consorcio además pone en común su investigación sobre distintas estructuras
mediante experimentación tanto modelos sencillos como complejos: desde levaduras, células en cultivo, modelos animales (con ratones modificados genéticamente) e incluso con muestras sanguíneas de pacientes.
El grupo aragonés Genoxphos
El proyecto también estudia de forma especial las mitocondriales –son como las centrales productoras del 90% de la energía de las células—pero que también son
capaces de producir radicales libres. Es por eso, que el estudio de la mitocondria y sus procesos es fundamental para entender cómo funcionan y las enfermedades que se derivan de ellos. De hecho, el grupo de investigación Genoxphos, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Celular de la Universidad de Zaragoza, destaca por la calidad investigadora en estos aspectos, y que le ha llevado incluso a corregir el modelo de organización de uno de los procesos fundamentales de las células, la cadena de transporte electrónico mitocondrial (CTEM). Estos avances logrados por el grupo aragonés, permite entender mejor las enfermedades mitocondriales, un tipo de enfermedades producidas por mutaciones en el ADN, raras, incurables y para las que se carece de tratamiento.