Informe ‘Sostenibilidad en España 2008’

España depende todavía del 81% de las exportaciones de energía de otros países

El IV Informe de Sostenibilidad en España 2008, presentado ayer por el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), destaca los riesgos a los que España se enfrenta todavía como las consecuencias del cambio climático, el estrés hídrico, la contaminación, o la dependencia energética. Sin embargo, aparecen repuntes favorables en el uso de energías renovables que podrían conducir el país hacia una economía sostenible.

España depende todavía del 81% de las exportaciones de energía de otros países
Dependencia energética de los países de la UE. Mapa: OSE.

El Informe presenta los datos de 51 indicadores de sostenibilidad en España con el objetivo de “institucionalizar” el desarrollo sostenible. El principal referente del OSE, cuya sede está en la Universidad de Alcalá (Madrid), es la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible (EEDS), aprobado en noviembre de 2007, que necesita una reorientación para asegurar la protección del medio ambiente.

Para el OSE es esencial “aprovechar las oportunidades que surgen del cambio de ciclo económico” para dirigir las políticas hacia una economía sostenible. Para ello, se necesitan nuevos enfoques en materia de recursos naturales estratégicos como el agua, sobre todo porque aún no se cumple la directiva de tratamiento de aguas residuales urbanas de 2005, aunque se haya observado una mejora en la calidad de las aguas superficiales.

“Ahora es el momento de acometer de forma corresponsable, entre todos, las tendencias más insostenibles y los mayores riesgos del modelo de desarrollo español y aprovechar las oportunidades que se abren detrás de la situación de crisis económica. Se trata de propiciar un cambio duradero del ‘metabolismo’ del sistema productivo con nuevos valores éticos; y, sobre todo, aprovechar el cambio de ciclo para abordar con valentía la ‘refundación ecológica’ de la economía en clave de sostenibilidad integral”, ha explicado Luis M. Jiménez Herrero, director ejecutivo del Observatorio, durante la presentación del informe.

La energía eólica crece

Una de las bazas más positivas de España es el uso cada vez mayor de energía renovable en la generación eléctrica, como la energía eólica, que en 2007 supuso el 20% de la producción y en 2008 cerca del 30%. No obstante, España sigue dependiendo en un 81% de la energía procedente del exterior, un riesgo que es necesario evitar, a lo que se añade el alto consumo y emisiones de los combustibles fósiles.

En este sentido, los datos de 2008 del informe indican un descenso de 8% en las emisiones de gases de efecto invernadero en España, debido, en parte, a la crisis económica. Sin embargo, España suspende en la producción de residuos entre 2006 y 2007, que ha aumentado en un 4,4%. En 2007 se generaron 24,5 millones de toneladas de basura. El país se aleja así de los objetivos de prevención del Plan Nacional de Integral de Residuos 2007-2015.

Por otra parte, el número de incendios intencionados sigue elevado y España sólo tiene el 9,5% de su territorio protegido, por debajo de la media de la Unión Europea de los 25, que se sitúa en el 14,3%. A esto se añade el alto número de animales amenazados que viven en hábitats que no están protegidos. El Informe apunta que la degradación de los recursos y la contaminación en España no ha mejorado al menos desde 2001.

Otro aspecto que denota la insostenibilidad de España es el transporte. Aunque el objetivo del Gobierno de España es lograr una movilidad más sostenible hacia 2010, en los últimos años el transporte marítimo ha aumentado en un 14,3%, y el aéreo 11,6%. Además, el 78% de los viajes de más de 50 km se realiza en coche.

Para Jiménez Herrero, “en el nuevo contexto económico es necesario desarrollar todas las potencialidades de la EEDS para estimular una nueva economía basada en principios ecológicos y en un sistema de producción de “ciclos cerrados”, que sea capaz de generar nuevos yacimientos de empleo verde”.

“Necesitamos una economía que funcione en clave ecológica, que se adecue por tanto a los requerimientos de la biosfera, que se plantee como objetivo el desarrollo, en la medida que es un concepto más integrador que el mero crecimiento económico y un mercado sensible a lo social y a lo ecológico que en algunos foros es definido como de rostro humano”, ha añadido Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Fuente: SINC
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