Un estudio de la Universidad de Columbia de Nova York, en colaboración con el Instituto Catalán de Oncología-Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (ICO-IDIBELL), ha identificado dos nuevos genes que conducen a formas más agresivas de cáncer de próstata. El trabajo, realizado por Álvaro Aytes bajo la dirección de Cory Abate-Shen, directora del Herbert Irving Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Columbia, se ha publicado en el último número de Cancer Cell.
Un estudio de la Universidad de Columbia de Nova York, en colaboración con el Instituto Catalán de Oncología-Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (ICO-IDIBELL), ha identificado dos nuevos genes que conducen a formas más agresivas de cáncer de próstata. El trabajo, realizado por Álvaro Aytes bajo la dirección de Cory Abate-Shen, directora del Herbert Irving Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Columbia, se ha publicado en el último número de Cancer Cell.
El cáncer de próstata es el más frecuente en los hombres (supone el 20% de todos los tumores masculinos). La incidencia es de unos 60 nuevos casos por 100.000 habitantes y año. En Catalunya se dan cerca de 5.000 casos nuevos al año y, en toda España, unos 25.000.
Es un tumor muy asociado a edades avanzadas, y la mayoría de casos se diagnostican entre los 70 y los 80 años. El progresivo envejecimiento de la población ha hecho que sea uno de los tumores que más ha aumentado en las últimas décadas. La supervivencia es bastante elevada: según datos del Plan Director de Oncología, el 84% de los pacientes siguen vivos cinco años después del diagnóstico.
En una proporción importante de pacientes el tumor de próstata tiene un comportamiento poco agresivo, que no compromete la salud ni la calidad de vida del afectado. Además, al ser un tumor que suele aparecer en edades avanzadas, muchas veces la persona fallece con el tumor pero no a consecuencia de éste.
Por ello es necesario el desarrollo de herramientas que permitan predecir qué tumores de próstata serán clínicamente relevantes y potencialmente letales. Esto abriría la puerta a personalizar los tratamientos y evitar ciertas terapias y, por lo tanto, los efectos secundarios que comportan, a los pacientes que no lo necesitan, reduciendo, además, el coste sanitario.
El estudio que publica Cancer Cell ha identificado dos genes, el FOXM1 y el CENPF, que si se activan de manera anómala a la vez, conducen a formas más agresivas y potencialmente letales del cáncer de próstata.
Una de las novedades del estudio es que se han utilizado algoritmos informáticos para generar redes de las interacciones entre las moléculas que se generan específicamente en el cáncer de próstata.
Actualmente se han puesto en marcha estudios preclínicos para determinar qué tratamientos o combinaciones de fármacos son más eficaces para combatir la activación anómala de los genes FOXM1 y CENPF. Asimismo, en un futuro cercano, identificar la presencia o no de estos biomarcadores en un paciente concreto permitirá ofrecer un tratamiento individualizado, más eficaz y con menos efectos secundarios.
La Comisión Europea, a través de les acciones Marie Curie del 7 Programa Marco, ha sido la fuente de financiación de Álvaro Aytes para el desarrollo del proyecto, en colaboración entre los grupos de Biología de Sistemas y Quimioresistencia del ICO-IDIBELL y la Universidad de Columbia, en Nova York.