La afición a la lotería, motivo de investigación científica

Los juegos de azar desafían las bases de la teoría económica al tener una expectativa de retorno negativo, es decir, la probabilidad de perder es muy alta y, aún así, se sigue jugando. Por esta razón, la lotería se ha convertido en tema de interés para sociólogos y economistas. Roberto Garvía, investigador de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha publicado un artículo en la revista científcia American Journal of Sociology, en el que desvela las razones por las que los mercados de lotería de todo el mundo, pero particularmente de España, siguen creciendo.

décimo lotería
Décimo de lotería del siglo XIX. Imagen: UC3M.

Lotería de Navidad, del Niño, la Primitiva, la Quiniela, la ONCE, el Euromillón… en España el mercado de lotería supone cerca del 1,5% del PIB, lo que le sitúa entre los países con consumo per cápita más alto en el mundo. Jugamos más y jugamos diferente pero, paradójicamente y al contrario que en otros países que gastan menos, casi no existe literatura científica sobre el tema. Roberto Garvía, profesor del Departamento de Ciencia Política y Sociología de la UC3M, lleva más de diez años centrado en el estudio del consumo de lotería.

Además del artículo anteriormente citado, acaba de publicar el libro Historia Ilustrada de las Loterías en España, y dirige un trabajo de investigación en el Instituto Laureano Figuerola sobre este tema, financiado por Loterías y Apuestas del Estado y la empresa STL. En estos trabajos el autor plantea que “basándonos en la teoría económica, nadie debería jugar a la lotería al tener una expectativa de retorno negativa, pero los mercados de juego son pujantes en todo el mundo. Los actores económicos, racionales, tienen aversión al riesgo y son maximizadores de las rentas”. Como en el juego de la lotería ocurre una desviación con respecto a las predicciones teóricas, economistas y sociólogos están interesados en entender esta “conducta irracional” sin explicación desde el punto de vista económico, pero enormemente popular.

Una de las principales conclusiones que Garvía extrae de su estudio es que en España se juega más porque se hace de forma distinta, compartiendo billetes, lo que en el siglo XIX se llamaba la “compra en compañía”. Se trata de una costumbre muy extendida y que no ocurre con tanta frecuencia en otros países. Sin embargo, en cuanto a las motivaciones a la hora de jugar, los datos cualitativos y cuantitativos analizados muestran muchas similitudes en todos los países: “jugamos por afición, por el hecho de pensar o imaginar qué es lo que haríamos con el dinero en caso de ganar, porque es divertido. Hay mucha gente que juega por el ‘si acaso` y para evitar el arrepentimiento en caso de que toque. Incluso hay personas a las que se las olvida mirar si han ganado. En España también jugamos, sobre todo en Navidad, por formar parte de una red social, de una red de amigos”, señala el profesor.

Juego colectivo

Aunque se juega esperando ganar a las leyes de la probabilidad, en España la lotería se ha convertido en una institución, una tradición que trasciende al puro valor económico para transformarse en una cuestión social, según el investigador. El juego supone formar parte de un grupo “contribuyendo a fortalecer el tejido asociativo de la sociedad”. La compra en compañía, el reparto e intercambio de participaciones que, sobre todo en Navidad, emiten asociaciones locales de todo tipo reforzando las redes sociales. Según datos de algunas encuestas, los españoles invierten entre 3 y 4 euros per cápita de sobreprecio en participaciones de lotería. Si se multiplica este dinero por la población española mayor de 18 años se obtienen cerca de 120 millones de euros al año, que van directamente a las cuentas de estas pequeñas asociaciones.

En definitiva, el estudio de la lotería permite analizar distintos parámetros que determinan el estado general de un país. Factores económicos, redes sociales, tejido asociativo o sociabilidad pueden derivarse del estudio de este tipo de juegos. La lotería es también un buen punto de arranque para estudiar otras conductas presuntamente irracionales desde la economía política, como el hecho de ir a votar o reciclar, según el investigador. El estudio “Syndication, Institutionalization, and Lottery Play” ha sido publicado en la revista American Journal of Sociology.

Fuente: UC3M
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