Las restricciones en los desplazamientos por carretera que aplicaron los gobiernos en 2020 debido a la pandemia contribuyeron a reducir las concentraciones de NO2 y el número de fallecimientos. Así lo revela un estudio del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus y diversos centros europeos.
Un equipo de científicos europeos ha evaluado la relación entre las medidas de confinamiento que se adoptaron entre el 1 de febrero y el 31 de julio de 2020 con el descenso en los niveles de cuatro contaminantes (dióxido de nitrógeno o NO2, ozono, partículas PM2,5 y PM10) en 47 grandes ciudades europeas, además de estimar el numero de muertes que se evitaron en ellas durante ese periodo.
Esta semana se han publicado en Scientific Reports los resultados del estudio, liderado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM) y el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), en colaboración con diversos centros europeos como el Barcelona Supercomputing Centre.
La principal conclusión de la investigación es que hubo resultados considerablemente distintos en función de las diferentes intervenciones. Por ejemplo, el cierre de colegios y centros de trabajo, la cancelación de actos públicos y las restricciones de movimiento tuvieron los mayores efectos en la reducción de los niveles de NO2, ya que la gente no pudo desplazarse a sus lugares habituales.
Los resultados muestran que las ciudades españolas, francesas e italianas registraron el mayor descenso de dióxido de nitrógeno de entre el 50 % y el 60 % en las fechas analizadas, y que este se redujo considerablemente en toda Europa. La disminución de otros contaminantes fue menos acusada.
Los autores consideran que se debe a que cerca de la mitad de las emisiones de NO2 las genera el transporte rodado, que fue el sector más afectado por las restricciones, un tipo de desplazamiento que contribuye mucho menos a las emisiones totales de los otros contaminantes estudiados. De hecho, las restricciones a los viajes nacionales e internacionales tuvieron poco impacto en los niveles de contaminación general del aire a escala local.
El estudio cuantificó los cambios en las muertes prematuras derivados de los cambios de la contaminación en las ciudades a corto plazo. Analizando las variaciones en las concentraciones diarias de los compuestos, junto con la valoración de la exposición de la población, los científicos han estimado que se evitaron en total más de 800 fallecimientos gracias a la mejor calidad del aire derivada de las medidas gubernamentales aplicadas para limitar la propagación del coronavirus.
Para realizar la investigación se utilizaron datos de la superficie terrestre aportados por el CAMS utilizando modelos regionales de calidad del aire para comparar las concentraciones de los principales contaminantes del aire en dos escenarios de emisiones contaminantes: uno con condiciones habituales de actividad y otro con una estimación de emisiones derivada de las medidas que aplicaron los gobiernos durante el primer confinamiento, que fueron diferentes en cada país, cada día y en cada sector de actividad (tráfico rodado, industria, etcétera).
Así se valoraron las intervenciones políticas individuales en cada ciudad y su repercusión en cuanto a reducción de los niveles de contaminación. Aunque hubo efectos diferentes, tal y como se esperaba, observaron un fuerte descenso del NO2, y, en menor medida, de partículas finas PM2,5 y PM10 en las zonas donde se aplicaron confinamientos más estrictos.
“Las políticas gubernamentales que se decidieron en la primavera y comienzos del verano de 2020 nos dieron la oportunidad única de estudiar un escenario real con niveles menores de contaminación del aire”, apunta Rochelle Schneider, investigadora del LSHTM y primera autora del estudio, quien destaca: “Este y otros estudios similares pueden ayudar a trasladar el mensaje de que definitivamente tenemos que mejorar la calidad del aire urbano tanto por la salud humana como por el medioambiente”.
Por su parte, Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), añade: “Las conclusiones son extremadamente importantes porque consolidan la evidencia cuantitativa de que las medidas gubernamentales relacionadas con la covid tuvieron un efecto directo sobre los niveles de contaminación del aire en Europa, sobre todo por lo que se refiere al NO2”.
“Más allá del análisis de la mortalidad en los primeros meses de la pandemia, este estudio podría ayudar a determinar la política del futuro –concluye–, porque se ven claramente los beneficios de reducir la contaminación en nuestras ciudades y la eficacia de ciertas medidas”.
Referencia:
Rochelle Schneider et al. “Differential impact of government lockdown policies on reducing air pollution levels and related mortality in Europe”. Scientific Reports, 2022. [de acceso abierto]