Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa han realizado un estudio que afirma que uno de cada dos jóvenes gays, bisexuales, lesbianas y transgéneros (LBGT, por sus siglas en inglés) sufren ciberacoso con regularidad. Esta situación provoca sufrimientos psicológicos y emocionales a sus víctimas y la aparición de ideas suicidas en algunos de los jóvenes que son objeto de ataques repetidos.
“La preadolescencia y la adolescencia son etapas en las que las influencias de los compañeros son de una importancia capital. Si una persona se ve agredida y empujada al ostracismo, las consecuencias pueden ser devastadoras para el resto de su vida, no sólo sobre su salud física, sino también emocional", explica Warren Blumenfeld, coautor del estudio y profesor de Pedagogía y Programación Educativa de la Universidad Estatal de Iowa (ISU, por sus siglas en inglés).
La investigación, publicada en el International Journal of Critical Pedagogy, que este mes está dedicado especialmente a los temas relacionados con el colectivo LGBT, muestra que el 54% de los jóvenes no heterosexuales declara haber sido víctima de ciberacoso durante los 30 días previos a la celebración de la encuesta. El ciberacoso incluye agresiones como la distribución por medios electrónicos de fotos humillantes, la difusión de información privada o falsa, o la utilización de las víctimas como dianas de crueles encuestas y votaciones en Internet.
Los resultados del estudio, realizado a partir de una encuesta a través de Internet a un total de 444 estudiantes con edades comprendidas entre los 11 y los 22 años y que incluía a 350 sujetos que se definían a sí mismos como "no heterosexuales", subrayan el desamparo que sienten las víctimas de ciberacoso. Entre los individuos no heterosexuales que tomaron parte en la encuesta, el 45% afirma sentirse deprimido como resultado de sufrir el ciberacoso, el 38% se siente avergonzado y el 28% experimenta ansiedad por tener que asistir a las clases. Más de la cuarta parte (26%) alberga ideas cercanas al suicidio.
Es más, el 40% de los sujetos participantes no heterosexuales indica que sus progenitores “no les creerían si les expusiesen que eran víctimas de acoso a través de Internet”, mientras que un 55% afirma “que sus padres no podían hacer nada para detenerlo”. El 57% indica también que no cree que el personal educativo pudiese hacer nada para poner fin al hostigamiento. Asimismo, un 80% de los participantes en la encuesta indicaron que sus compañeros deberían implicarse más para atajar el problema.
Uno de cada cuatro estudiantes del colectivo LGBT manifiesta que tiene “que aprender a lidiar con las ciberagresiones por sus propios medios”, más de la mitad “que teme hablarles a sus padres acerca del ciberacoso, ya que podrían restringirles el acceso a estas tecnologías”, las cuales son a menudo, según explica Blumenfeld "la vía de comunicación vital con el mundo exterior para muchos jóvenes estudiantes del colectivo LGBT”.
Estrategias para impedir el acoso
El trabajo de la ISU propone una serie de acciones para prevenir el ciberacoso. "Una de las estrategias diseñadas a partir de este estudio es buscar formas de dar oportunidades a los jóvenes para que tomen la palabra y actúen como aliados en los campus universitarios y los centros de enseñanza ", explica Blumenfeld.
"Los estudiantes quieren que se cuenten y conozcan sus experiencias, que todo el mundo sepa por lo que están pasando, pero no quieren sufrir las represalias en forma de más acoso", afirma Robyn Cooper, la otra autora del estudio, científica del Instituto de Estudios Pedagógicos (RISE) de la misma universidad. "El hecho de poder responder y participar en este estudio les fue muy útil".
Blumenfeld y Cooper recomiendan diseñar una programación de normas de comportamiento social en los centros educativos, cuyo eje central sea “que los compañeros e iguales actúen para corregir las normas sociales que no estén bien entendidas”.
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