Las lagunas aumentan la biodiversidad del campus de la UPO

En la llanuras donde se sitúa el campus de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Sevilla existían lagunas someras formadas, entre otros, por el desbordamiento de cauces de ríos. Pero este tipo de humedales de llanuras de inundación ya no se conservan. En 2013, la Oficina de Protección Ambiental de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) creó un sistema lagunar artificial para entender su funcionamiento, según se muestra en un estudio.

Las lagunas aumentan la biodiversidad del campus de la UPO
Imagen de las lagunas del campus de la UPO. / UPO

En la llanura de inundación y terrazas del río Guadaíra, donde se sitúa parte del campus de la Universidad Pablo de Olavide, existían lagunas someras formadas a partir de la inundación de zonas más o menos llanas por desbordamiento de cauces de ríos o arroyos, o por descarga de aguas subterráneas asociadas a estos cauces fluviales.

Las obras hidráulicas realizadas en prácticamente todos los grandes ríos andaluces han modificado drásticamente la dinámica de inundación de grandes superficies del terreno. Por ello, en la actualidad, son muy pocos los humedales de llanuras de inundación asociadas a los cursos fluviales que aún se conservan.

"La presencia de vegetación propia de lagunas y la de especies de avifauna acuática como cigüeñuelas, garcillas y moritos indican un buen estado ecológico de este sistema lagunar"

En 2013, la Oficina de Protección Ambiental de la UPO creó en 2013 un sistema lagunar artificial formado por dos pequeñas lagunas que ha permitido realizar la caracterización de su funcionamiento a partir del análisis de información hidrológica. El estudio, publicado en Geogaceta, ha analizado las características hidroquímicas del agua de las lagunas, los datos de precipitación y evolución trihoraria de la lámina de agua, y ha realizado una estimación de los aportes externos al sistema lagunar.

El equipo de investigación, dirigido por el profesor de la UPO Miguel Rodríguez, pone de manifiesto que los recursos hídricos que alimentan las lagunas provienen, por una parte, de la escorrentía superficial y subterránea generada en la cuenca vertiente de un pequeño arroyo que desemboca en la laguna situada a mayor cota y, por otra, de aportes artificiales que este arroyo recibe de un campo de golf próximo y del canal del bajo Guadalquivir.

Este hecho se ve también confirmado por la naturaleza salobre del agua del canal de entrada. Para evitar su colmatación y la colonización del vaso por la vegetación, ambas lagunas requieren mantenimiento, que se está llevando a cabo en la actualidad por la Coordinación de Política Ambiental de la UPO.

El estudio señala que las lagunas de la UPO son de especial interés para aumentar la biodiversidad del campus: “La presencia de vegetación propia de lagunas como macrófitos y lentejas de agua, y la presencia de especies de avifauna acuática como cigüeñuelas, garcillas y moritos, indican un buen estado ecológico de este sistema lagunar”, señala Rodríguez.

Según el investigador, las lagunas también pueden ser utilizadas como laboratorios naturales ya que “entre las funciones que cumplen los humedales cabría destacar el incremento de la biodiversidad en el entorno del humedal y la regulación de ciclos biogeoquímicos de elementos tan importantes como el carbono, el fósforo o el nitrógeno”.

Referencia bibliográfica:

Miguel Rodríguez et al. "Caracterización hidrológica e hidroquímica de las lagunas artificiales situadas en el Campus de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla)” Geogaceta.

Fuente: UPO
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