El artículo se publica en ‘Journal of Applied Technology’

Los Pirineos podrían acoger hasta 110 osos pardos en lugar de 20

La cordillera del noreste peninsular es adecuada para hospedar hasta cinco veces más ejemplares de oso pardo de los que hay en la actualidad, según los resultados de una investigación internacional con participación española. El estudio ha identificado las áreas prioritarias para los gestores de la conservación.

Ejemplar en el Valle de Aspe. Imagen: Wikipedia
La cordillera del noreste peninsular es adecuada para hospedar hasta cinco veces más ejemplares de oso pardo de los que hay en la actualidad. Foto: Wikipedia

La cordillera del noreste peninsular es adecuada para hospedar hasta cinco veces más ejemplares de oso pardo de los que hay en la actualidad, según los resultados de una investigación internacional con participación española. El estudio ha identificado las áreas prioritarias para los gestores de la conservación.

Varias zonas deshabitadas de los Pirineos podrían albergar hasta 110 osos pardos, según un estudio internacional publicado en Journal of Applied Technology. La investigación, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), identifica hábitats disponibles para poblaciones en peligro de extinción.

En la actualidad, la población pirenaica de osos pardos (Ursus arctos) está amenazada y solo cuenta con unos 20 ejemplares que sobreviven en dos grupos aisaldos. Los científicos se han servido de la información de la población de oso pardo cantábrico por los escasos datos disponibles sobre esta especie en los Pirineos y la poca fiabilidad de los modelos de hábitat existentes.

Según su modelo, la cordillera del noreste de la Península Ibérica tiene una buena calidad de hábitat para los osos, que prefieren las zonas forestales con alta conectividad y terrenos accidentados con matorral. Además, evitan aquellas regiones con mayor impacto de la acción humana.

El conflicto con el humano continúa

“El modelo muestra que los osos sufren un conflicto entre los recursos alimenticios, más escasos a altitudes elevadas, y la presencia humana, más elevada a altitudes bajas”, indica Eloy Revilla, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, y coautor del estudio.

El trabajo, que ha combinado datos a dos niveles, les ha permitido identificar áreas que deben ser prioritarias para los gestores de la conservación. Además, el estudio aplicado al oso pardo podría emplearse en la gestión de otras especies amenazadas.

Para los científicos, identificar hábitats capaces de albergar pequeñas poblaciones en peligro de extinción es relevante a la hora de preservar áreas clave en caso de un aumento potencial del número de individuos.

Referencia bibliográfica:

Martin, J.; Revilla, E.; Quenette, P-Y.; Naves, J. Allainé, D.; Swnson, J.E. “Brown bear habitat suitability in the Pyrenees: transferability across sites and linking scales to make the most of scarce data. Journal of Applied Ecology. DOI: 10.1111/j.1365-2664.2012.02139.x.

Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas
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