Un equipo de investigadores ha imitado en el C. elegans mutaciones genéticas que se encuentran en tumores humanos de mama, próstata y leucemias. Así han identificado vulnerabilidades que servirán para desarrollar terapias más eficaces.
A primera vista, un gusano que mide un milímetro y que hay que observarlo con lupa no se asemeja en nada a un ser humano. Sin embargo, el nematodo Caenorhabditis elegans, un animal modelo usado en investigación biomédica, tiene aproximadamente el mismo número de genes que tenemos los humanos, unos 20.000. Además, la mayoría de los genes humanos que están relacionados con enfermedades tienen un gen muy parecido, un ortólogo, en el gusano C. elegans.
Así, por ejemplo, el gen humano SF3B1 que se encuentra mutado en distintos tipos de cáncer, principalmente en leucemias, pero también en algunos tumores de mama o próstata, es muy similar al gen sftb-1 de C. elegans.
Son tan similares que cuando se observa la secuencia de aminoácidos de la proteína humana SF3B1 en sus regiones más afectadas por mutaciones del cáncer, el 89 % son idénticos. Precisamente alguno de estos aminoácidos conservados desde gusanos hasta humanos son los que se encuentran mutados en algunos tumores.
Un equipo científico del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha aprovechado estas similitudes y, a través de la técnica de edición génica CRISPR, ha imitado en C. elegans las mutaciones del gen SF3B1 que se encuentran en tumores humanos. El trabajo de investigación, en el que han colaborado investigadores del Instituto Pasteur de París, ha sido publicado en la revista PLoS Genetics.
De esta forma, se han identificado posibles puntos débiles o vulnerabilidades de las células cancerosas que tienen mutaciones en SF3B1. Los autores apuntan a tres factores que pueden funcionar como dianas para moléculas terapéuticas, de manera que maten a las células cancerígenas con la mutación en SF3B1 pero no a las células normales.
Gracias a la tecnología de CRISPR, el reemplazo funcional de proteínas de C. elegans por sus homólogas humanas permitirá usar estos gusanos humanizados para investigar mecanismos de enfermedad y pronosticar la implicación ciertas mutaciones en el desarrollo de enfermedades. Este sistema también serviría para buscar nuevos fármacos de una manera rápida, eficiente, y éticamente responsable.
Referencia bibliográfica:
Xènia Serrat, Dmytro Kukhtar, Eric Cornes, Anna Esteve-Codina, Helena Benlloch, Germano Cecere, Julián Cerón. PLoS Genetics (21 de octubre de 2019). https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1008464