Drosophila suzukii, de origen asiático, recorre desde hace poco la geografía española. Lejos de ‘derrapar’ en su invasión ibérica, ha acelerado hacia el norte de Europa donde ya ha atravesado los Alpes. Entre sus preferencias están las cerezas y los frutos rojos, pero cualquier fruta es apta para anidar sus huevos. Este insecto pone en peligro los cultivos de cada vez más países europeos.
“De las 3.000 especies descritas de drosophilas, comúnmente conocidas como moscas del vinagre, tan solo dos son potencialmente dañinas para los cultivos. Una de ellas es Drosophila suzukii”, asegura Gemma Calabria, investigadora en el departamento de Genética de la Universidad de Barcelona (UB).
Descubierta de forma anecdótica en otoño de 2008 en la localidad de Rasquera (Tarragona), la mosca se ha extendido a razón de 1.400 kilómetros al año de forma activa o pasiva a través de frutas ya afectadas transportadas por los humanos. La drosophila ha alcanzado también Barcelona, donde estaba ausente el año que se detectó en España.
Según un estudio de Calabria y su equipo, que se ha publicado en Journal of Applied Entomology, desde 2009 varias localidades francesas e italianas sufren ya sus efectos. “Paralelamente, en EE UU, donde Drosophila suzukii se descubrió a la vez que en España, la dispersión se ha dado por toda la costa oeste desde California hasta Canadá y se ha detectado en la costa Este, en Florida”, informa Calabria.
Para los investigadores, la colonización hacia el norte de Europa y el continente norteamericano sugiere que la especie no es “especialmente” de clima seco mediterráneo. “Pero si se extiende hacia áreas más húmedas, se podría convertir en una peste agrícola seria”, manifiestan los autores en el estudio.
Una posible plaga
Drosophila suzukii, especie nativa de Asia, fue descrita por primera vez en Japón y su principal característica es que las hembras ponen sus huevos en fruta sana. “Tienen un órgano ovopositor muy largo y serrado que les permite penetrar la piel de los frutos. De esta manera, las larvas se desarrollan en el interior, estropeándolo”, apunta la investigadora.
Desde que fue descubierta, los investigadores señalan que se han reportado daños en cerezas y otros tipos de bayas en los países en los que está presente. Aunque su huésped preferido parece ser la cereza, una vez que la temporada de esta fruta finaliza, las moscas se trasladan a otros cultivos.
En EE UU Drosophila suzukii ha provocado perjuicios importantes en el cultivo de cerezas y frambuesas, pero en España pasó desapercibida los primeros años. No obstante, parece que en 2011 hubo “grandes daños en diferentes frutos”, según el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
El estudio de la mosca ha permitido ponerla en las listas de prevención fitosanitaria de varias regiones y países europeos. Entre las medidas oportunas para luchar contra la plaga, las trampas permiten una detección temprana de la invasión, y averiguar si la población crece.
Los investigadores también aconsejan descartar las frutas de calidad inferior así como mantener las piezas infectadas a una temperatura inferior a 3 ºC para matar huevos y larvas sin que la calidad se vea comprometida.
Referencia bibliográfica:
Calabria, G.; Maca, J.; Bachli, G.; Serra, L.; Pascual, M. “First records of the potential pest species Drosophila suzukii (Diptera: Drosophilidae) in Europe” Journal of Applied Entomology 136(1-2): 139-147 DOI: 10.1111/j.1439-0418.2010.01583.x febrero de 2012.
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