Una nueva herramienta permite estudiar mejor la recuperación del monte tras un incendio forestal

No todas los bosques se recuperan al mismo tiempo tras un incendio forestal. Las hay que se regeneran en un corto plazo de tiempo y otras que tardan más de lo deseado. Conocer el ritmo del repoblamiento de estas masas forestales quemadas es importante para establecer políticas efectivas de gestión del territorio. Ecólogos de la Universidad de León han desarrollado una nueva herramienta que permite conocer mejor los efectos de los incendios forestales desde el punto de vista de la variabilidad ambiental.

Una nueva herramienta permite estudiar mejor la recuperación del monte tras un incendio forestal
Paisaje de Los Ancares, en la provincia de León. Foto: DICYT.

"El proceso de recuperación no es igual para todos los lugares, por las diferentes características intrínsecas de cada uno, en el influyen factores como el tipo de suelo, la topografía, los usos del terreno...", explica a DiCYT Estanislao de Luis Calabuig, uno de los coordinadores de un estudio científico sobre el comportamiento de los incendios forestales en tres provincias de Castilla y León. La investigación ha tratado de encontrar un sistema que permita evaluar el proceso de recuperación de las masas forestales incendiadas y medir la variabilidad de cada zona.

Lainvestigación forma parte de la tesis doctoral de Javier Lozano y que fue codirigida por De Luis Calabuig y Susana Suárez Seoane, del Área de Ecología de la Universidad de León. Desde 2002 a 2006, los científicos analizaron incendios forestales sucesivos en tres zonas protegidas: Espacio Natural de la Sierra de Los Ancares (León), Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores (Zamora) y Parque Natural de Arribes del Duero (Zamora y Salamanca). A través de fotografías aéreas de estos entornos, algunas tomadas desde los años 50 del siglo pasado, con sistemas de teledetección y sobre el propio terreno, los investigadores analizaron cómo los bosques y montes habían evolucionado, cómo los había manejado el ser humano y trataron de asociar esta evolución con las causas de los fuegos. Las fotografías aéreas proporcionaban información sobre los bosques, pero no era del todo completa: "Desde arriba, se puede ver como verde un bosque que ha sido calcinado dos años atrás, por lo que no se conoce su estado real". A través de los sistemas de teledetección, por medio de diferentes longitudes de onda, se radiografiaba el estado de los montes y se comprobaba cuál era la situación real de los árboles.

"Encontramos diferencias no por la posición del gradiente latitudinal sino por la historia de cada zona", explica De Luis Calabuig. "Por este motivo, hay que utilizar, en el estudio de los incendios forestales y la recuperación del terreno, variables que tengan en cuenta qué es lo que existía en cada lugar". Tener en cuenta estas variables (el tipo de suelo, la orografía del terreno) permite explicar qué ocurrió en lugar y las causas históricas que han dado lugar a los incendios forestales. De este modo, según indica el experto, en Ancares y Sanabria, la pérdida de importante masa forestal en diferentes incendios puede deberse a actividades ganaderas. "Existe la costumbre de ganar pastizales a través de quemas controladas desde hace muchos años en estas zonas, pero la carga ganadera es menor en la actualidad. Estas acciones se multiplican porque los ganaderos ven que el monte está sucio, según lo describen, esto es, con matorrales que antes no dejaba crecer el ganado y el riesgo aumenta". En el caso de Arribes, los incendios que han azotado este paraje en el periodo de estudio no se deben sólo a este comportamiento, "más bien se debe a una respuesta social sobre el desacuerdo de la población de la zona por el nombramiento como espacio natural de Arribes, y por descuidos por actividades ganaderas y agrícolas".

La herramienta recién creada tiene en cuenta, además de las variables naturales, estas de carácter socioeconómico, esto es, el despoblamiento del ámbito rural o las actividades agrícolas y ganaderas. Según indica De Luis Calabuig, ya existen empresas de explotación de recursos o que trabajan en el campo de la degradación de recursos por impactos que emplean la técnica.

Fuente: DiCYT
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