Chistes revisados por pares

El International Journal of Humor Research es, pese a las apariencias de frivolidad, una revista muy seria. Como cualquier publicación científica que se precie, sus artículos pasan el proceso de revisión por expertos y cuentan incluso con un factor de impacto. El lingüista italiano Salvatore Attardo dirige desde Texas esta revista, cuya misión última es tratar de descubrir el mayor misterio de cuantos rodean a la ciencia del humor: ¿qué nos hace gracia?

Los estudios publicados en esta revista tratan el humor de forma multidisciplinar. Imagen: SINC
Los estudios publicados en la revista International Journal of Humor Research tratan el humor de forma multidisciplinar. Imagen: SINC

Hacer reír no es fácil, como demuestra la cantidad de inocentadas fallidas que aparecieron hace unas horas, pero ¿existe un método que garantice la carcajada? Para resolver tan trascendental interrogante, SINC ha contactado con Salvatore Attardo, director del International Journal of Humor Research, la revista científica más seria sobre la ciencia del humor.

Uno de los trabajos de Attardo trata sobre el ritmo de los chistes, si existe una forma particular de contarlos y esta es idéntica para cualquier país, situación o cultura

Doctor en Lingüística por la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos), Attardo tiene que encargarse también de una vida académica algo más sobria en Commerce, Texas, como jefe del departamento de Lenguaje y Literatura de la Universidad de Texas A&M. Sus mayores intereses académicos, más allá del estudio de la prosodia, son la ironía y el punch line, en español, la gracia del chiste, su clímax.

Attardo revela que “hay unas cuantas revistas académicas dedicadas al humor, pero International Journal of Humor Research es la más antigua, fue fundada en 1988 por Victor Raskin”, un lingüista de origen ruso que hoy es un distinguido catedrático en Purdue. “Es también la revista con más audiencia y con el reconocimiento más amplio de las dedicadas al estudio del humor”.

El International Journal of Humor Research tiene incluso factor de impacto –medida de importancia de una publicación científica basada en las veces que sus artículos son citados por otros investigadores–. “Esto es inusual para una revista de humanidades”, reconoce Attardo, “probablemente se debe a que publiquemos tantos artículos sobre psicología”. El factor de impacto del IJHR es de 0,864, un índice muy modesto comparado con Science, Nature y revistas especializadas en investigación sobre cáncer o geofísica. Pero para ser una publicación que desentraña los secretos del humor, ahí está ese hito.

Los estudios publicados en esta revista, que pasan el filtro de una revisión por pares o peer review, tratan el humor de forma multidisciplinar: desde la antropología a la biología pasando por la informática, la fisiología o la historia.

"Es que yo no tengo gracia"

Uno de los últimos trabajos de Attardo para el IJHR trata sobre el ritmo de los chistes, si existe una forma particular de contarlos con éxito y esta es idéntica para cualquier país, situación o cultura. Todos hemos escuchado esa excusa: “Es que yo no tengo gracia para contar chistes”, pero ¿es esta una afirmación sostenida científicamente?

“El timing es algo cuya definición incluye la velocidad del discurso y la inclusión de pausas”, explica Attardo. El experimento consistió en un análisis del discurso aplicado a veinte monologuistas. “Mostramos que los monologuistas no aumentaban o bajaban el ritmo de su discurso alrededor de la gracia del chiste. Otra cosa que se asumía es que siempre se realiza una pausa antes de soltar la gracia, pero nuestros datos no muestran una evidencia a este respecto”, comenta el lingüista. Del mismo modo, no encontraron diferencias entre los chistes espontáneos y los que iban preparados de antemano.

En la ciencia de la risa, el mayor misterio por resolver es, para el director del IJHR, “por qué la percepción de un estímulo incongruente, en un marco mental travieso y bajo las circunstancias adecuadas genera una sensación de júbilo y no, por ejemplo, de satisfacción, excitación o cualquier otra cosa”.

Como suele decirse al final de los trabajos científicos más experimentales, en cuanto al humor, “es necesaria una mayor investigación”. Sin embargo, Attardo cree que existe algo parecido a un método científico para hacer reír: “Obviamente, si se refiere a una receta o a un algoritmo, sí, hay miles de comediantes que han dominado intuitivamente la forma de hacer reír. Si por ‘método científico’ quiere decir que podemos replicar los resultados en un laboratorio, yo diría que hasta cierto punto. Sabemos cuáles son los bloques básicos del humor, el problema es hacerse cargo de las emociones y el contexto en que el humor ocurre”, dice Attardo. “De repente se vuelve muy complicado”.

Fuente: SINC
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