En la imagen (de izquierda a derecha) Felipe García, Mariano Esteban y J. C. López Bernaldo de Quirós. Foto: SINC
Los principales expertos mundiales de la Epidemiología Ambiental se reúnen en la ciudad condal para poner en común los últimos avances sobre aspectos relacionados con la salud y el medio ambiente.
Cada año se dan 250 millones de nuevos contagios de malaria. Foto: US Army.
Científicos de la Universidad de Stanford y de la Universidad de California en San Francisco (EE UU) han desarrollado una técnica para ‘desarmar’ al parásito de la malaria que consiste en hacerlo depender del suministro externo de una sustancia química vital. La cepa domesticada de Plasmodium, el parásito unicelular causante de la malaria, podría dejar de provocar la enfermedad.
El equipo de investigación consiguió introducir la bacteria Wolbachia en poblaciones salvajes del mosquito que transmite el dengue. Imagen:Eliminate Dengue Program
El programa para la erradicación del dengue (Eliminate Dengue Project), que desarrolla un nuevo enfoque para reducir los efectos de esta enfermedad en el mundo, comienza a dar sus frutos. El equipo de investigación consiguió introducir la bacteria Wolbachia en poblaciones salvajes del mosquito transmisor del dengue para reducir su capacidad de contagiar el virus a las personas.
Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) indica cómo registrar el número de parásitos de la malaria que viven en el torrente sanguíneo del anfitrión durante una infección. El trabajo, publicado hoy en la revista Science, supone una nueva herramienta para investigar a los parásitos de la malaria, incluso en pruebas de vacunas y fármacos.
Después de los momentos más graves del brote, con la muerte de decenas de personas en Alemania, los científicos que estudian la bacteria Escherichia coli están preocupados por los portadores asintomáticos de la cepa más virulenta de este microorganismo, ya que algunas personas podrían estar infectadas y transmitirla durante meses sin presentar síntomas
En las últimas tres décadas la cifra global de personas con diabetes se ha duplicado, según un estudio exhaustivo sobre la prevalencia de esta enfermedad, que ahora publica The Lancet. Las cifras se han disparado tanto en el mundo desarrollado como en vías de desarrollo, debido al envejecimiento de la población, la obesidad y la dieta.