Un estudio liderado por el Hospital 12 de Octubre de Madrid consigue inhibir el efecto patógeno del virus del Ébola y el VIH mediante el uso de nanotecnología. La investigación sienta las bases para tratamientos futuros en ambas infecciones.
Dos estudios publicados esta semana en Science muestran que la epidemia del VIH podría revertirse al aumentar la cobertura de la terapia antirretroviral. Es la primera vez que se ha demostrado en un entorno comunitario el efecto positivo de dicha terapia sobre la tasa de nuevas infecciones y la esperanza de vida.
El CSIC ha participado en el desarrollo de marcadores que registran el crecimiento espaciotemporal de cualquier especie bacteriana. La metodología supondrá un avance en el desarrollo de antibióticos y en el control del crecimiento bacteriano.
La revista Vaccine publica un nuevo estudio, en el que han participado investigadores del Centro de Salud Pública de Castellón, que apunta la alta eficacia de una vacuna contra el rotavirus, la causa más común de diarrea severa en niños menores de cinco años.
Javier Martínez Picado durante la entrevista. / SINC
En 1981 comenzó la epidemia del virus del sida, que ha dejado tras de sí más de 30 millones de muertes en el mundo. Tres décadas después, expertos como Javier Martínez Picado (Barcelona, 1966), del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, no quieren que otra posible enfermedad emergente tan letal les pille desprevenidos y se han reunido esta semana en la Fundación Ramón Areces para hablar de los últimos avances en la lucha contra la enfermedad.
Un dispositivo permite una caracterización rápida y económica de distintas cepas de la gripe. Se trata de un sensor que contiene receptores selectivos sintéticos que emulan a los presentes en la membrana celular con los que interaccionan los aislados virales.
Un estudio realizado en la Universidad de Granada ha revelado que existe una clara relación entre la exposición a pesticidas (Compuestos Orgánicos Persistentes, COPs), que ingerimos a través de los alimentos, el aire o el agua, y la prevalencia de diabetes tipo 2 en personas adultas. Estas sustancias tienden a acumularse en la grasa del cuerpo humano y podrían ser una de las causas por las cuales las personas obesas tienen más posibilidades de desarrollar esta enfermedad.