A pesar de no ser un espacio de grandes dimensiones, la sala habilitada en el Institut d'Estudis Catalans para llevar a cabo una jornada sobre neurociencias se quedó pequeña. El aforo completo, el pasado 14 de diciembre, del acto «En 2012, ¿de qué hablaremos? De neurociencias», organizado por la sección Biologia i Societat de la Societat Catalana de Biologia, filial del Institut d'Estudis Catalans (SCB-IEC), con la colaboración de la Associació Catalana de Comunicació Científica (ACCC) y la Fundació Ciència en Societat, fue una buena muestra de cuál es el grado de interés del que goza la neurociencia en la actualidad. El cerebro, tantas veces mencionado como «el gran desconocido», ha empezado a dar muchas pistas sobre cuál es el quid de su funcionamiento.
Maggie Zellner en el Pabellón Viaje al Cuerpo Humano
Aunque un niño no muestre signos evidentes de ansiedad o depresión, estas experiencias tienen un efecto en su nivel neuronal. Foto: Waleed Alzuhair.
Un centenar de afectados por depresión colaborarán en el desarrollo de este trabajo con sesiones de entrenamientos cognitivos a partir de enero. Imagen:SINC
Los modelos primitivos de locomoción observados en los neonatos no son descartados, sino que se afinan mientras que los nuevos patrones se añaden durante el desarrollo. Imagen: Suwaif.
Los soñadores lúcidos mientras duermen, son conscientes de que están soñando y pueden controlar sus acciones. Foto: Tim Snell
Un estudio realizado con soñadores conscientes, que pueden controlar sus propios sueños, muestra que las zonas del cerebro relacionadas con planear y ordenar acciones se activan igual mientras duermen que durante la vigilia. Los autores creen que en el futuro, la habilidad de estas personas, combinada con la neuroimagen y los patrones de la actividad cerebral, permitirá predecir el contenido de los sueños.
El estudio de imágenes cerebrales de personas en distintas fases de su adolescencia sugiere que el cociente intelectual factor puede subir y bajar durante esta etapa de la vida.
Las pruebas se realizaron con juegos muy sencillos, como 'piedra, papel o tijera', para garantizar que los resultados fuesen lo más claros posibles. Foto: Jorge Molinera.
Científicos estadounidenses han descubierto que cuando se gana o se pierde, no son solo pequeñas regiones del cerebro las encargadas de procesar la respuesta neuronal que se crea, sino que la corteza cerebral en su conjunto ‘se preocupa’ de procesar las señales. Esto podría aclarar enigmas en los diagnósticos de ciertos trastornos psiquiátricos y mejorar sus tratamientos.