La pandemia actual ha hecho recordar a la mayor del siglo XX: la gripe que asoló el mundo entre 1918 y 1920. Sus consecuencias fueron acalladas por la censura y la propaganda político-militar en plena I Guerra Mundial, pero conocer lo que pasó nos puede ayudar ahora. Lo cuenta el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina en su último libro.
Investigadores españoles han caracterizado cómo es el dolor de cabeza causado por la ingesta de alcohol, una de las principales causas de cefalea. Los resultados sugieren que el alcohol puede desencadenar una cefalea similar a la migraña, incluso en personas sin antecedentes personales de esta.
Con datos de más de 9.000 profesionales de 18 centros sanitarios españoles, un nuevo estudio revela cómo casi la mitad de los encuestados presenta cribado positivo de un trastorno mental, y un 14,5 % lo sufre de forma discapacitante, es decir, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social. Una segunda investigación apunta un 3,5 % de ideación suicida activa en los últimos 30 días.
Viales de vacuna Pfizer/BioNTech. / EFE/Ramón de la Rocha
La probabilidad de padecer bronquitis crónica, depresión y ansiedad es entre tres y cinco veces superior en las personas que sufren pobreza energética que en aquellas sin problemas con el suministro eléctrico, según un estudio realizado en Barcelona.
El agua sin tratar que llega a las plantas depuradoras se ha convertido en un testigo silencioso de la evolución de la pandemia, pero este año se va a necesitar más investigación y unificar metodologías para aprovechar mejor las posibilidades que ofrece esta aliada frente a la covid-19. Así lo reflejan los artículos científicos más citados en este campo.
Los alimentos de origen vegetal son buena fuente de fibra dietética, vitaminas y minerales, además de sustancias fitoquímicas beneficiosas. Por ello, se recomienda su consumo diario para prevenir el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad, así como para contrarrestar las carencias de micronutrientes. Y aunque una dieta saludable no pueda protegernos de la covid-19, sí puede evitar los factores de riesgo que llevan a una peor evolución de la enfermedad.
La covid-19 nos ha dejado cicatrices imborrables. ¿Podremos extraer algo de ellas? Preguntamos a 14 especialistas en salud pública, genética, virología, sociología, economía y bioinformática. En su lista de aspiraciones mencionan más humildad, cooperación, acceso a datos, comunicación, derecho a la salud, servicios públicos y lucha contra la desigualdad.
En general, los niños y niñas se enferman del nuevo coronavirus con menos frecuencia que los adultos, aunque algunos han sufrido la infección de forma grave. La revista Jama Pediatrics publica esta semana un estudio que resume el conocimiento actual sobre el SARS-CoV-2 en los más pequeños.