No es fácil encontrar en el mundo de la ciencia una persona de la talla de Emiliano Aguirre (Ferrol, 1925 - Burgos, 2021). Sus inicios en el ámbito de la ciencia española, allá por la década de 1960, no fueron sencillos. Pero su capacidad de trabajo, su inteligencia y su tesón le llevaron a conquistar metas inaccesibles para la mayoría.
El volcán de Cumbre Vieja sigue rugiendo sin cesar. Debajo, el magma que se había acumulado a varios kilómetros de profundidad busca su camino hacia la superficie, acompañado de sismos, gases y deformaciones del suelo. El final de la erupción dependerá de la evolución de este líquido formado por roca fundida a más de 1.300 ºC.
La erupción de El Abrigo, que tuvo lugar hace 180.000 años, fue el último evento geológico de gran magnitud en la isla canaria. Un equipo liderado por el instituto Geociencias Barcelona ha reconstruido el suceso. Las conclusiones del estudio están orientadas a mejorar el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).
Un estudio, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, reconstruye las condiciones en que se habitaron las Azores por primera vez y el impacto de la presencia humana en los ecosistemas. Los autores del trabajo sugieren que los primeros colonizadores procedían del norte de Europa.
La superficie afectada llega ya a 399 hectáreas, mientras el gobierno central ha anunciado un paquete de ayudas por un valor total de 206 millones de euros. Las medidas irán encaminadas a garantizar viviendas, negocios, plantaciones e infraestructuras, así como a paliar el problema de abastecimiento de agua.
El satélite Sentinel-2 capta el río de lava desde el espacio.
Cumbre Vieja es ya una Meca en la que se dan cita decenas de investigadores de diferentes campos, como la sismología, la geoquímica y la oceanografía. En vulcanología el trabajo multidisciplinar es esencial. Mientras unos vigilan el magma, otros miden el terreno, persiguen a la lava o analizan el aliento emitido. Su misión ahora es concreta: evitar víctimas.
Tras su llegada al mar la pasada noche, la colada de lava del volcán de La Palma, ha creado un delta de unos 500 metros de ancho. En estos momentos, continúa la emisión de vapor de agua y gases provocada por el contacto del material fundido con el agua. Por ello, se mantiene en vigor el confinamiento en varios núcleos de población, así como una zona de exclusión de navegación de dos millas.